(RV).- (Audio) Hay un peregrino caminando
hoy. En realidad son muchos. Pero no me refiero a los del “Camino de Santiago”, o
de un santuario material en especial. Hablo del “peregrino espiritual”; el hombre,
la mujer que hoy busca al Resucitado porque, precisamente, la resurrección de hace
posible el encuentro hoy con Jesús vivo que ha querido quedarse con las huellas de
la ejecución, sus cinco heridas mortales, pero está vivo.
Entre los peregrinos
de hoy, hay algunos casos muy parecidos a los discípulos de Emaus, porque son personas
desilusionadas y tristes, que han perdido el sentido de la existencia y están a punto
de claudicar. Pero “el crucificado resucitado” se pone en el camino con ellos y poco
a poco les abre el entendimiento para que entiendan las Escrituras Sagradas y termina
compartiendo con ellos el Pan que es su propio ser resucitado.
Esta, es una
noticia de hoy, aunque se trata de algo espiritual, propiciado de modo particular
por el tiempo litúrgico que vivimos y que no todos están en condiciones de captar.
Pero si alguno que escucha, quiere ponerse en camino al Encuentro con Jesús resucitado,
lo puede hacer con la lectura de la Palabra de Dios en el Evangelio y en la Eucaristía.
Jesús vivo es el más interesado en este encuentro. Es cuestión de abrir el
corazón o, si es como el Papa dijo que Jesús resucitado entra con las puertas cerradas,
tenemos que buscar de advertir su presencia misteriosa entre nosotros, dialogar con
él, o por lo menos no echarlo afuera como si se tratara de un fantasma.
Es
un misterio, pero el camino para los peregrinos es concreto y claro.