(RV).- Benedicto XVI ya llegó a Italia, procedente de la Habana, en un vuelo de casi
once horas, el avión papal partió aproximadamente a las doce y media de la noche,
y llegó al aeropuerto de Ciampino a las 10:35. El vuelo realizó el mismo trayecto
que a la ida: Italia-Francia-México, y esta vez, Cuba-Francia e Italia. Como es costumbre,
mientras el avión cruzaba las diferentes fronteras, el Papa envió telegramas en primer
lugar al presidente cubano, Raúl Castro, en donde se lee en el texto, que el Pontífice
le renueva su sentida gratitud a él y a las autoridades civiles y los pastores y fieles
de Cuba, por la innumerables muestras de afecto que recibió.
Además el Papa
aseguró a los cubanos un constante recuerdo en la oración, y pidió a Dios que los
aliente y sostenga con su fuerza, para que vean cumplidas sus justas aspiraciones
y sus más nobles anhelos.
Mientras el avión volaba sobre tierras francesas,
el Papa envió otro telegrama al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, en donde el
Papa le dirige de nuevo a él y al pueblo francés sus mejores deseos, y que Dios done
a este país y a sus habitantes abundantes bendiciones. Por último el Santo Padre
envió un telegrama al presidente de Italia, Giorgio Napolitano. En el texto se lee:
“Al
regreso del viaje apostólico en México y Cuba, donde he podido encontrar numerosos
fieles y representantes de esas queridas poblaciones, he admirado la fe y el deseo
de crecimiento espiritual y social. Expreso al señor presidente mi cordial saludo
y aseguro una oración especial por el bienestar, la serenidad, y la prosperidad de
la entera población italiana, enviándole mi afectuosa bendición.