(RV).- (Audio) Desde el inicio de
su viaje apostólico a México y Cuba, el Papa Benedicto se confeso peregrino: “Vengo
como peregrino de la fe, de la esperanza y de la caridad”, dijo apenas aterrizado
el avión en León, Méjico. Ahora lo recibimos en Cuba con el lema repetido en los carteles
de la Iglesias y en la ciudad: “Bienvenido, peregrino de la Caridad”.
Con este
espíritu de “peregrino” que caracteriza este viaje, Benedicto se une no solamente
a los cubanos peregrinos de la Virgen de la Caridad del Cobre, sino a todos los peregrinos
latinoamericanos; tantos hombres agobiados que recurren a Jesús, por intercesión de
su Madre la Virgen, para pedir consuelo de sus penas, luz en tantas situaciones oscuras,
fuerza para seguir caminando. ¿Será que los cubanos son tan devotos de la Virgen porque
sufren tanto?
El que nos ofrece la bendición de Dios; el Papa, al que la gente
le pidió con tanta reverencia su bendición en Méjico, viene ahora como peregrino de
la caridad, a rogar la bendición de Dios en el altar de la Virgen de la Caridad del
Cobre, para él y para todos los cubanos. La Virgen de la Caridad del Cobre, patrona
de los cubanos, sostiene a Jesús en sus brazos y Jesús sostiene el mundo entero en
su mano izquierda y con su mano derecha nos bendice. Que Jesús, Hijo de Dios nos sostenga,
sostenga al Papa y a todos los cubanos, para Radio Vaticano, jesuita Guillermo Ortiz
(RC/CA-RV)