“Los etruscos: el ideal heroico y el vino chispeante”
(RV).- “Los etruscos: el ideal heroico y el vino chispeante”, es el título de la exposición
presentada ayer en los Museos Vaticanos y que se abrirá en el Palacio Mazzetti de
Asti, Italia, el próximo 17 de marzo.
La muestra presenta más de 300 piezas,
en algunos casos expuestas por primera vez, o poco conocidas, de las cuales 140 proceden
del Museo Gregoriano Etrusco de los Museos Vaticanos, y el resto de las principales
colecciones etruscas italianas.
La exposición, que documenta la relación histórico-cultural
entre el Mediterráneo oriental y el mundo etrusco, se abre con el Yelmo de Villanova,
el símbolo del primer contacto entre los etruscos y la comunidad del valle del Tanaro,
descubierto a finales del siglo XIX en las aguas del río que baña Asti.
La
primera parte de la muestra está dedicada a la importación del ideal heroico y de
las costumbres homéricas en Etruria a través de una serie de temas –como mito, comercio
y atletismo-, que distinguen las primeras fases de la cultura etrusca. Cabe destacar
que con la difusión de los poemas de Homero en Italia, cambia la representación de
la autoridad en la comunidad etrusca, que adopta el modelo del príncipe-héroe que
cuenta entre sus méritos no solo las hazañas militares, sino también la acumulación
de riquezas. Una de las piezas más significativas de este sector es la visera de bronce,
procedente de los Museos Vaticanos.
La segunda parte está dedicada a las ceremonias
del banquete en sus diversas representaciones, documentadas tanto por preciosos objetos
como por esculturas y pinturas. De este modo se podrá admirar la composición original
de la Tumba de la Cerda Negra, cuyos frescos se extrajeron del hipogeo original para
conservarlos mejor.
También se podrá observar, por primera vez, el sarcófago
de los Vipinana de Tuscania, con la imagen del difunto que participa en el banquete,
en la tapa, que se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Florencia, y el mito
de Níobe en el sepulcro, perteneciente a la colección del Museo Gregoriano Etrusco.
La sección se cierra con una reseña de cabezas votivas de diversos tipos,
desde niños hasta ancianos, además de dos máscaras grotescas, que salen para esta
ocasión de los depósitos de los Museos Vaticanos, procedentes de santuarios etruscos.
Y concluye esta muestra el lujoso gabinete etrusco del castillo de Racconigi, que
perteneció al rey Carlo Alberto de Saboya, como ejemplo de la difusión del gusto artístico
por lo etrusco, que se difundió en Europa entre los siglos XVIII y XIX. (María
Fernanda Bernasconi – RV).