(RV).- Entre las numerosas prioridades del organismo humanitario de la Compañía de
Jesús, Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), se encuentra la potenciación de recursos
humanos y materiales para los numerosos campos de refugiados en la región Kivu Norte,
en República Democrática del Congo. En el último número del boletín quincenal del
JRS, se informa se están implementando acciones tendientes a facilitar la educación
formal e informal, así como la asistencia a las personas más vulnerables, a saber
niños, mujeres y ancianos. Durante el año pasado, la población de Kivu Norte, ha
tenido que sufrir los efectos de la violencia que ve enfrentados a los grupos rebeldes
contra el ejército nacional, con el efecto del desplazamiento forzado. El organismo
humanitario cita cifras proporcionadas por la ONU sobre los más de 1,5 millones de
desplazados internos en el País a finales del 2011, de los que más de la mitad provenían
de Kivu Norte. Citamos a Danilo Giannese, responsable de comunicación y “advocacy”
del JRS Grandes Lagos : "La vida en los campamentos está plagada de problemas. Para
empezar, es extremadamente difícil cubrir las necesidades básicas. Las condiciones
higiénicas son precarias, los servicios educativos se interrumpen constantemente,
no hay, en absoluto, privacidad y la protección por parte de las fuerzas de seguridad
es nula, mientras que las mujeres y las niñas corren un riesgo enorme de ser víctimas
de la violencia sexual". En efecto para dar una respuesta a las necesidades el
JRS Grandes Lagos, “reduplicó su compromiso en esta conflictiva región, priorizando
la protección y el acompañamiento de miles de hombres, mujeres y niños en circunstancias
muy vulnerables”. En particular con el fortalecimiento de los proyectos en seis campamentos
de la ONU y en otros tres no oficiales en los alrededores de la localidad de Masisi
donde la asistencia humanitaria es muy deficiente. Por otra parte los equipos pusieron
en marcha nuevos proyectos en cinco campamentos en los alrededores de Mweso, haciendo
partícipe a la población local de las aldeas vecinas para evitar tensiones entre
desplazados y comunidades locales. Los pilares del trabajo del JRS
La educación
formal e informal y la asistencia a las personas más vulnerables siguen siendo los
tres pilares del trabajo que lleva a cabo el personal del JRS sobre el terreno. En
estrecha cooperación con las comunidades locales, el JRS construyó cuatro escuelas
de secundaria en la población de Masisi y otras dos en Mweso, garantizando el acceso
a la educación a más de 1.500 estudiantes. Más de 200 maestros recibieron formación
en asuntos curriculares y en técnicas pedagógicas, y otras 60 escuelas recibieron
materiales educativos. Los servicios de educación informal del JRS se han pensado
para animar a los desplazados a no perder la fe en sus propias capacidades mediante
la provisión de formación y apoyo en actividades para la generación de ingresos. Más
de 90 chicas y chicos completaron cursos de alfabetización y de corte y confección.
Los graduados recibieron 20 dólares como ayuda para el pago de una máquina de coser
y poder poner en marcha sus propios pequeños negocios.
El pasado año, el JRS
creó también un servicio de terapia y puso en marcha actividades de sensibilización
sobre los derechos de las víctimas de la violencia sexual y de género, un mal del
que la República Democrática del Congo, tristemente es conocida como la capital mundial.
La protección de las víctimas y los pasos para reducir los niveles de impunidad son
temas prioritarios para el JRS en 2012. (Patricia L. Jáuregui Romero – RV) Fuente:
JRS http://www.jrs.net/?L=ES