La Iglesia en Paraguay pide diálogo y justicia social
(RV).- La Iglesia paraguaya lanzó una exhortación dedicada “al diálogo y a la búsqueda
de la justicia social” expresando preocupación por la situación de tensión, conflicto
y conatos de violencia existente en el Alto Paraná en relación con la propiedad y
la tenencia de la tierra.
Los obispos destacan que el problema de la tierra
y la necesidad de una Reforma Agraria tendiente al Desarrollo Rural son de antigua
data en el Paraguay y, hasta el presente, no ha encontrado respuestas satisfactorias
de las instituciones responsables. La búsqueda y edificación del bien común es responsabilidad
de todas las personas y de todos los actores sociales, pero es sobre todo competencia
del Estado, porque el bien común es la razón de ser de la autoridad política. En este
sentido, la Iglesia sostiene que la correcta conciliación de los bienes particulares
de grupos e individuos es una de las funciones más delicadas del poder público.
El
conflicto por las tierras en la zona del Alto Paraná refleja la confrontación de intereses
de sectores particulares que requieren de la decidida acción de las autoridades nacionales,
departamentales y municipales para la conciliación, la pacificación y la búsqueda
de soluciones justas y equitativas, enmarcadas en el ordenamiento jurídico de la
República.
Dios creó la tierra y todo lo que ella contiene para el uso de
todos los hombres y los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa. La
Iglesia habla en ese sentido del destino universal de los bienes. Es necesario y urgente
–destacan los prelados- que los poderes públicos asuman su responsabilidad en ordenar
el caos existente sobre la tenencia y la propiedad de la tierra en el país. Es imperativo
la elaboración de un catastro nacional de tierras, que posibilitará la recuperación
de las tierras mal habidas y mal adjudicadas, y la adecuada titulación de las propiedades.
Además recuerdan que la paz es siempre fruto del diálogo, de la justicia, la equidad
y el desarrollo integral como oportunidad para todos los habitantes del suelo patrio.
(Patricia Jáuregui Romero – RV).