Martes, 3 ene (RV).- El pasado 25 de diciembre
en el marco de su mensaje de Navidad para Roma y el Mundo, Benedicto XVI ponía de
manifiesto que el clamor de la humanidad ante las dificultades y peligros necesita
la mano de Dios para salir del pecado, y del mal, que se traduce en violencia y conflicto
entre los pueblos: En aquella aún viva ocasión a la vez que pedía por la situación
en conflicto en diversas partes del mundo y se refería concretamente -en su mensaje
Urbi et Orbi-, a la la reanudación del diálogo entre israelíes y palestinos, junto
con el fin de la violencia en Siria, la edificación del bien común en los países nordafricanos
y en todo el Oriente Medio, asài como la ayuda internacional para los países del Cuerno
de África sometidos al hambre, la miseria y la Inseguridad.
Con el encuentro
que se vislumbra entre israelíes y palestinos durante este mes de enero y tras 16
meses de hostilidades, el Patriarca Latino de Jerusalén Su Beatitud Fouad Twal, en
una entrevista concedida a Radio Vaticano, destaca la importancia que en este contexto
de diálogo asume, para la paz en Oriente Medio, el reciente mensaje del Papa para
la Jornada Mundial de la Paz.
En la entrevista concedida a Fausta Esperanza,
el Patriarca de Jerusalén de los Latinos expresa que se tiene la impresión de que
el mensaje haya sido precisamente escrito para esta región del mundo. Educar a los
jóvenes en la justicia y la paz es como decir “vayan contra corriente”. Su Beatitud
Fouad Twal expresa además que se trata de una tarea poco fácil porque en Oriente Medio
se vive en una cultura de la violencia, una cultura que no conduce ni da la paz, y
por lo tanto se presenta una situación en la cual se ha perdido la credibilidad en
los discursos políticos, y sin embargo el Patriarca latino de Jerusalén vislumbra
una esperanza aludiendo a la necesidad de ir contra corriente y esperar.
“El
Santo Padre –citamos- nos pide de educar a los jóvenes en la paz y en la justicia
y debemos hacerlo. Tenemos toda una generación de jóvenes tanto israelíes como palestinos
que nacieron y crecieron en la violencia, con la ocupación, circundados por muros;
tenemos toda una generación que no conoce todavía dónde está el Santo Sepulcro a causa
de la situación política, y las limitaciones de movimiento por motivos de seguridad…”.
Su Beatitud destaca que no obstante la realidad que se vive actualmente entre israelíes
y palestinos todos estamos llamados a educar en la justicia y en la paz. PLJR
- RV