Lunes, 14 nov (RV).- Este domingo 13 de noviembre en el marco de la Solemne Eucaristía
y con una multitudinaria peregrinación al Santuario de la Patrona de la Patria la
Nuestra Señora de los Treinta y Tres Orientales, los Obispos lanzaron un mensaje
a los fieles bajo el título “Nuestra Patria: gratitud y esperanza”. Bajo el lema “Madre
contigo coronamos las esperanzas de nuestro pueblo”, sacerdotes, religiosos, religiosas,
seminaristas, diáconos y laicos de todos los rincones del país compartieron, se unieron
en acción de gracias en la Santa Misa presidida por el Obispo de Florida, Mons. Martín
Pérez Scremini, y concelebrada por el Nuncio Apostólico en Uruguay, Mons. Anselmo
Guido Pecorari, junto a los demás Obispos del país, frente al Santuario Nacional,
en la plaza principal de la ciudad de Florida. Tras el saludo de bienvenida de Mons.
Pérez Scremini, el Secretario General de la Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU),
Mons. Heriberto Bodeant (Obispo de Melo), dio lectura al Mensaje enviado especialmente
por el Papa Benedicto XVI con motivo de esta peregrinación y el 50 aniversario de
la Coronación Pontificia de la imagen de la Virgen de los Treinta y Tres.
La
homilía estuvo a cargo del Presidente de la CEU, Mons. Carlos Collazzi (Obispo de
Mercedes), quien repasó algunas celebraciones que animan a las comunidades católicas
en este año especial en que los uruguayos conmemoramos el inicio del proceso de emancipación
de la Patria. El Obispo mencionó, entre otras celebraciones, la conmemoración del
50 aniversario de la Coronación pontificia de la Patrona de la Patria, los 50 años
de fundación de la Diócesis de Canelones y de Cáritas Uruguay, así como las Bodas
de Oro como Obispo de Mons. Roberto Cáceres (Obispo emérito de Melo).
TEXTO
MENSAJE DE LA CEU:
LLAMADO A LA UNIDAD En el marco de su homilía, el Pastor
presentó un avance de la reciente Carta Pastoral de los Obispos que “ofrecemos con
la esperanza de que contribuya al diálogo nacional para el mejoramiento de nuestro
pueblo”.
“Nos sentimos llamados con todos los uruguayos a vivir la unidad
y a buscar construirla en nuestro caminar hacia el futuro”, precisó. Mons. Collazzi
aclaró, no obstante, que “la búsqueda de la unidad no encubre las diferencias, por
el contrario, en el mutuo respeto, en la sana confrontación es donde reconocemos que
el fin no es vencer al otro, sino que hay realidades superiores que trascendiendo
las diferencias impulsan a la unidad”.
“En este año tan especial de nuestra
patria, hacemos este llamado a la unidad, este llamado a abrir el corazón a Dios y
a su Palabra”, manifestó el Obispo.
“En primer lugar, en esta carta pastoral,
se encuentra un mirar la historia con ojos positivos y abrir nuestra mirada a tantos
hermanos nuestros que en el camino de la fe nos han precedido con un corazón grande
para amar con los talentos, las dificultades, con la grandeza de la acción de la gracia
y la fragilidad humana y se dieron con todo a construir una patria libre, soberana,
basada en la verdad, la justicia, la libertad y el amor”, adelantó el Obispo .
“Y
a la vez, en esta carta Pastoral queremos subrayar con todo nuestro corazón de Pastores,
nuestro deseo de que Jesús, salvador de todos, encuentre en nuestros corazones de
uruguayos tierra para que su Palabra y su Vida, se encarnen para gozar de tiempos
cada día mejores”, agregó.
LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA Y LA BÚSQUEDA DE
LA VERDAD
En su homilía, interrumpida en varios momentos por el cerrado aplauso
de los miles de peregrinos, Mons. Collazzi adelantó que en esta carta pastoral se
destaca “la consideración de la dignidad de cada persona humana”. “A ella se une la
búsqueda sincera de la verdad, que va más allá de lo útil y lo conveniente, así como
la valoración de la virtud de la honestidad, de la rectitud de conciencia y de la
acción”.
LA FAMILIA Y LA EDUCACIÓN
El Presidente de la CEU explicó que
en la Carta Pastoral, tras subrayar luces y sombras de la vida del pueblo hoy, los
Obispos se detienen en 2 temas particulares: la familia y la educación.
Respecto
a la familia, los Obispos resaltan su carácter de patrimonio de la humanidad y destacan
el deseo de que “la vida sea valorada siempre y en todas sus expresiones, especialmente
cuando es más débil y más frágil”. “Sentimos ese deber de decir siempre que la vida
debe ser respetada en todas sus etapas y nos vamos a jugar todos para que esta dignidad
de la vida humana sea siempre respetada y valorada por todos”.
Según lo adelantado
por Mons. Collazzi, tras hacer una reflexión de la educación hoy, los Obispos reivindican
que la libertad de educar y la libertad de conciencia “sean expresiones fuertes de
la educación, que siempre sean respetadas y que Dios no sea jamás dejado de lado”.
“Nos
detenemos en la educación de nuestros niños y jóvenes en tiempos de tantas turbulencias,
de tanto hablar de la educación, de tantos programas y proyectos. La educación es
cuestión del corazón y arranca en la familia, y la actitud subsidiaria de las instituciones
que trabajan por educar deben respetar estos principios que vienen de la familia y
de lo que es la persona humana, porque desde la concepción de qué es el hombre se
desprenden todos los principios para la educación”, enfatizó Mons. Collazzi.
El
Obispo comentó en este avance de los contenidos de la Carta Pastoral, que las últimas
páginas están dirigidas a las comunidades católicas “para que estas expresiones encuentren
eco” e invitó a vivir estos tiempos juntos, llenos de gratitud y esperanza y plenos
en el Señor.
En horas de la tarde, los peregrinos continuaron su homenaje
a la Virgen de los Treinta y Tres con una concurrida procesión desde el Prado a la
Catedral de la ciudad de Florida. (CEU)