Refugiados y migraciones forzosas: “Nadie abandona voluntariamente su propia patria”
Sábado, 5 nov (RV).- «Migraciones y nueva evangelización», es el tema del Mensaje
del Santo Padre Benedicto XVI para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado
2012, que fue presentado, en días pasados, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El presidente del dicasterio pontificio encargado de la pastoral de los migrantes
e itinerantes, Mons. Antonio María Veglió, nos explica de qué modo el actual fenómeno
migratorio puede llegar a ser - como explica el Papa - una ocasión providencial para
proclamar el Evangelio en el mundo contemporáneo:
El fenómeno
de la migración conduce a una mezcla de personas y pueblos, con sus características
sociales, culturales y religiosas.
Personas provenientes de diversas
regiones del mundo en las que Jesucristo no es aún conocido solicitan ser acogidos
en países de tradición cristiana. Al mismo tiempo, personas que forman parte de pueblos
de fe cristiana emigran hacia países en los que los cristianos son una minoría. O
bien se desplazan a países donde la fe ya no es una convicción personal, sino que
se ha visto reducida a un hecho cultural.
Este proceso abre caminos
únicos a la evangelización, ya que ofrece a las comunidades cristianas la oportunidad
de dar testimonio de Jesucristo, especialmente a través del diálogo respetuoso y el
testimonio concreto de la solidaridad. Los emigrantes también pueden “despertar la
conciencia cristiana adormecida”, apelando a una vida cristiana más coherente.
Por
esto el Santo Padre nos invita a realizar una pastoral adecuada a los emigrantes de
modo que permanezcan firmes en su fe, coherentes en la vida cristiana y fuertes testigos
del Evangelio, de modo que ellos mismos se conviertan en auténticos anunciadores del
kerygma evangélico.
¿Puede poner algún ejemplo sobre el modo en que
las Iglesias de origen de tránsito y de acogida de los flujos migratorios pueden intensificar
su cooperación y actualizar sus estructuras con el fin de favorecer la evangelización?
En el mundo
de las migraciones, es importante reclamar la solidaridad concreta, la protección
de la dignidad y de los derechos del emigrante, del refugiado y del estudiante internacional,
el apoyo a sus esfuerzos por integrarse en el país de llegada, sin perder su identidad
humana y cristiana. Por supuesto, también hay que sensibilizarlos respecto a sus deberes
para con la sociedad que los acoge.
Un ejemplo de cooperación entre
las Iglesias de origen, de tránsito y de acogida es el intercambio de información
sobre las leyes de inmigración en los diferentes países, y sobre las estructuras de
apoyo existentes, de modo que los inmigrantes sean más conscientes de su dignidad
y de sus derechos y deberes, así como de los peligros y las dificultades a las que
se enfrentan, incluso antes de partir.
Otro ejemplo es el acompañamiento
de los emigrantes, los refugiados y los estudiantes internacionales a través de los
agentes pastorales - sacerdotes, religiosos o laicos -, en sus necesidades cotidianas,
materiales y espirituales. Estos pueden ser enviados por las Iglesias de origen a
vivir con ellos el viaje de esperanza. O bien, pueden ser puestos a disposición por
las Iglesias de tránsito y de acogida para apoyar a los migrantes en el esfuerzo cotidiano
de construir una nueva vida hacia un futuro mejor en una tierra extranjera.
En
el mensaje el Papa subraya el importante papel de la prensa a la hora de dar a conocer,
con exactitud, la situación de quien ha debido abandonar forzadamente su patria. En
su opinión, ¿por qué esta acentuación?
El Santo
Padre subraya el importante papel de la prensa con el fin de llamar la atención sobre
la responsabilidad de los periodistas a trabajar de modo consciente, no sólo con noticias
de actualidad, sino también ofreciendo mensajes veraces a los ciudadanos, para difundir
una cultura de la solidaridad. Los medios de comunicación, por su impacto inmediato
en la opinión pública, deben preocuparse seriamente de ofrecer una información correcta
y completa, evitando términos demagógicos, dirigidos a ensañarse contra la imagen
de los migrantes forzados. Su contribución es necesaria para sensibilizar a la sociedad
frente a las nuevas situaciones y a la realidad de las violaciones de los derechos
de los refugiados.
Las personas que se han visto forzadas a abandonar
su país no han tenido otra opción, para salvar sus vidas, que huir, con frecuencia
de modo repentino, de la violencia, las persecuciones y las guerras, abandonando a
sus seres queridos y sus seguridades. Nadie, de hecho, en tales condiciones abandona
voluntariamente su propia patria, incluso a veces sin tiempo para despedirse.
Los
países de destino deberían asumir la responsabilidad de cumplir con el deber de proteger
a los refugiados de acuerdo con la Convención de mil novecientos cincuenta y uno,
que prevé el acogerlos y asistirlos con sus derechos y obligaciones para con el país
donde se encuentran.
En su mensaje el Papa pone de relieve la situación
de muchos estudiantes internacionales que se enfrentan a problemas de integración,
a dificultades en la búsqueda de alojamiento. ¿Es éste un sector de la movilidad que
su Dicasterio está acompañando de un modo especial?
Sí.
Siendo competencia de este Dicasterio la promoción de la pastoral de la movilidad
humana en general, también la categoría de los estudiantes internacionales forma parte
del complejo fenómeno de la movilidad humana.
El número de estudiantes
internacionales ha superado los tres millones y se prevé que antes de 2025 serán en
torno a 7 millones. En consecuencia, aumenta la necesidad de que los lugares de formación
y educación se adecuen a esta realidad. La misión de quienes tienen una responsabilidad
académica y pastoral en el mundo universitario debería ser la de promover la colaboración
entre las diversas culturas de los estudiantes, también con el fin de anunciar el
Evangelio a los jóvenes. Por esta razón, nuestro Dicasterio
ha organizado el tercer Congreso Mundial de la pastoral para los estudiantes internacionales,
que tendrá lugar en Roma, del 30 de noviembre al 3 de diciembre próximo, sobre el
tema: “Estudiantes internacionales y encuentro de culturas”. El objetivo es estudiar
el papel de los estudiantes internacionales involucrados en la movilidad humana y
protagonistas de la nueva evangelización en los ámbitos académicos y universitarios.
Contará
con la presencia de unos ciento treinta y cinco delegados de los países de mayor afluencia
de estudiantes internacionales, representando treinta y seis Conferencias episcopales,
ocho institutos religiosos y asociaciones eclesiales, cuatro organizaciones internacionales
y regionales comprometidas en este apostolado. También participarán alrededor de treinta
estudiantes internacionales que compartirán su propia experiencia.