El Papa lamenta que el hombre se conforme con una felicidad efímera
Sábado, 15 oct (RV).- “El hombre no puede eludir los interrogantes relacionados con
el significado de su ser y de la realidad, no puede vivir en una única dimensión”,
y sin embargo, “a menudo se aleja de la búsqueda de lo esencial, mientras que se le
propone una felicidad efímera, que le satisface de forma pasajera, pero rápidamente
deja un sentimiento de tristeza e insatisfacción. De esta forma el Papa habló esta
tarde a los participantes del encuentro “Nuevos evangelizadores para la Nueva Evangelización”
que él mismo clausurará mañana con una celebración eucarística en la Basílica Vaticana.
El Pontífice lamentó que también hoy en día la Palabra de Dios encuentre rechazo y
hermetismo y formas de pensar y vivir que están muy lejos de la búsqueda de Dios y
la verdad.
De hecho, como recordó Benedicto XVI, el Pontificio Consejo para
la Promoción de la Nueva Evangelización, que el mismo instituyó el año pasado, es
un “instrumento precioso para identificar las grandes cuestiones que se plantean en
distintos sectores de la sociedad y de la cultura contemporánea”. Además también “está
llamado a ofrecer una contribución particular a la Iglesia en su misión, sobre todo
en aquellos países de antigua tradición cristiana que parecen haberse vuelto indiferentes,
e incluso hostiles a la Palabra de Dios”.
El Santo Padre manifestó que “ser
evangelizadores no es un privilegio, sino un compromiso que proviene de la fe” y les
pidió que fueran “signos de esperanza. Benedicto XVI subrayó también un aspecto importante
de la fe es “la certeza consciente de que la Palabra de Dios siempre está viva, en
cada momento de la historia, porque la Iglesia la actualiza a través de su fiel transmisión,
la celebración de los sacramentos y el testimonio de los creyentes”.
Como en
los inicios del Cristianismo, recordó el Papa, la Palabra de Dios continúa creciendo
y difundiéndose por tres motivos. El primero de ellos, subrayó, es que la fuerza de
la Palabra no depende ante todo de nuestra acción, de nuestros medios, de nuestra
acción, sino de Dios. El segundo motivo enumerado por el Pontífice es que la semilla
de la Palabra cae en un terreno bueno que la acoge y produce fruto, porque “en el
mundo aunque el mal haga más ruido, continúa habiendo buen terreno”. Y el último de
los motivos es que –como dijo el Papa- realmente el anuncio del Evangelio ha llegado
a los confines del mundo, e incluso en medio de indiferencia, incomprensión y persecución,
muchos continúan hoy en día, con valor, abriendo el corazón y la mente a la invitación
de Cristo de encontrarle y convertirse en sus discípulos.
Testimonio de Mons.
Fabio Suescún Mutis, Ordinario Militar para Colombia, uno de los ponentes del encuentro,