2011-10-15 16:49:23

Benedicto XVI subraya la necesidad de dar un rostro humano a la economía


Sábado, 15 oct (RV).- Benedicto XVI ha recibido en audiencia este mediodía a los miembros de la Fundación “Centesimus Annus - Pro Pontífice” al final de su anual congreso de dos días de estudio sobre el tema “familia y empresa”. Un tema, ha dicho el Papa en su discurso, que se hace “más actual y oportuno” al coincidir este año con el 20 aniversario de la Encíclica Centesimus Annus del beato Juan Pablo II, publicada a 100 años de la Rerum Novarum, y también en el 30 aniversario de la Exhortación apostólica Familiaris consortio.

RealAudioMP3 "En estos 120 años de desarrollo de la doctrina social de la Iglesia han ocurrido en el mundo grandes cambios, inimaginables en la época de la histórica Encíclica de León XIII. Sin embargo, a pesar de cambiar las condiciones externas, no ha cambiado el patrimonio interno del Magisterio social, que promueve siempre a la persona humana y la familia, en su contexto de vida, y también de la empresa".

El Santo Padre ha recordado que “el Concilio Vaticano II ha hablado de la familia en términos de Iglesia doméstica, de “santuario intocable” donde la persona madura en los afectos, en la solidaridad, en la espiritualidad. También la economía con sus leyes debe considerar el interés y la salvaguardia de esta célula primaria de la sociedad.

Luego, Benedicto XVI ha señalado los 4 objetivos primarios que el beato Pablo VI había indicado para la institución familiar en la Exhortación apostólica Familiaris consortio: la formación de una comunidad de personas; el servicio a la vida; la participación social y la participación eclesial. Cuatro funciones en cuya base hay el “amor”, “y es esto lo que educa y forma a la familia”.

“El amor entre el hombre y la mujer en el matrimonio; el amor entre los miembros de la misma familia: entre padres e hijos, entre hermanos y entre parientes, está animado y sustentado -ha afirmado el Pontífice- por un interior e incesante dinamismo, que conduce a la familia a una comunión cada vez más profunda e intensa, fundamento y alma de la comunidad conyugal y familiar”.

RealAudioMP3 "Y es sobre todo en la familia donde se aprende que la manera justa para vivir en el ámbito de la sociedad, en el mundo del trabajo, de la economía, de la empresa, deber ser guiado por la caritas, en la lógica de la gratuidad, de la solidaridad y de la responsabilidad de los unos con los otros".

En esta perspectiva la familia de mero objeto, se convierte en sujeto activo y capaz de recordar el “rostro humano” que debe tener el mundo de la economía. Y si esto vale para la sociedad en general, asume un relieve aún mayor en la comunidad eclesial.

RealAudioMP3 "También en la evangelización, en efecto, la familia tiene un puesto de relieve, como he recordado recientemente en Ancona: la familia no es simplemente destinataria de la acción pastoral, sino que es protagonista, llamada a tomar parte en la evangelización, de manera propia y original, poniendo al servicio de la Iglesia y de la sociedad, el propio ser y el propio actuar, como íntima comunidad de vida y de amor".

Benedicto XVI ha puesto en evidencia asimismo la difícil situación que está viviendo actualmente el mundo, con la crisis económica y de trabajo que genera una crisis también en la familia.

RealAudioMP3 "Es necesario, por lo tanto, una nueva síntesis armónica entre familia y trabajo, en la que la doctrina social de la Iglesia puede ofrecer su preciosa contribución. En la Encíclica Caritas in veritate, he subrayado como el modelo familiar de la lógica del amor, de la gratuidad y del don ha de extenderse a una dimensión universal. La justicia conmutativa -“dar para tener”- y la justicia distributiva -“dar por deber”- no son suficientes en el vivir social. Para que haya una verdadera justicia es necesario añadir la gratuidad y la solidaridad”.

“La solidaridad no puede delegarse al Estado” ha dicho el Papa, “porque todos somos responsables de todos. Hoy ni tan siquiera puede realizarse la justicia, sin gratuidad solidaria”.

RealAudioMP3 "En este caso, caridad en la verdad significa la necesidad de dar forma y organización a las iniciativas económicas que, sin renunciar al beneficio, quieren ir más allá de la lógica del intercambio de cosas equivalentes y del lucro como fin en sí mismo. El mercado de la gratuidad no existe y no se pueden legislar disposiciones gratuitas. Y sin embargo, tanto el mercado como la política tienen necesidad de personas abiertas al don recíproco".







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