Unidos al Sí de María el Amor de Dios se hace carne en nuestra vida
RV - “Dios es bueno” -afirmó Benedicto XVI en su reflexión previa al rezo del Ángelus,
al final de la Eucaristía celebrada en Friburgo, Alemania-, por esto: “En medio de
todas nuestras preocupaciones, no debemos tener miedo.” Recitando el Ángelus “podemos
unirnos al “Sí” de María y adherirnos con confianza a la belleza del plan de Dios…
Entonces, el amor de Dios se hará casi carne también en nuestra vida, tomará cada
vez más forma”. jGO
Texto y audio completo
Queridos hermanos
y hermanas,
Después de esta Santa Misa vamos a rezar el Ángelus. Esta
plegaria nos recuerda siempre el comienzo histórico de nuestra salvación. El arcángel
Gabriel presenta a la Virgen María el plan de la salvación de Dios, según el cual
Ella se convertiría en la Madre del Redentor. María se turbó ante estas palabras,
pero el Ángel la consoló diciendo: “No temas, María, porque has encontrado gracia
ante Dios”. De esta forma, María pronuncia el gran “sí”. Este “sí” para ser sierva
del Señor es la afirmación confiada al designio de Dios y a nuestra salvación. Y,
finalmente, María nos dice este “sí” a nosotros, que bajo la cruz fuimos confiados
como hijos suyos (cf. Jn 19, 27). Nunca pone en duda esta promesa. Por eso se le llama
feliz, más aún, bienaventurada porque creyó en el cumplimiento de lo que le había
dicho el Señor (cf. Lc 1, 45). Recitando ahora el Ángelus, podemos unirnos al “sí”
de María y adherirnos con confianza a la belleza del plan de Dios y de la providencia
que Él, en su gracia, nos ha reservado. Entonces, el amor de Dios se hará casi carne
también en nuestra vida, tomará cada vez más forma. En medio de todas nuestras preocupaciones,
no debemos tener miedo. Dios es bueno. Al mismo tiempo, podemos sentirnos sostenidos
por la compañía de tantos fieles de todo el mundo que ahora rezan el Ángelus con nosotros,
a través de la televisión y la radio.