El Papa en Alemania: renovar los valores de la fe y la esperanza en una sociedad cada
vez más secularizada
RV - Alemania se prepara para acoger a Benedicto XVI que mañana partirá hacia Berlín.
Se trata del vigésimo primer viaje internacional del Pontificado. La primera etapa
de este intenso viaje de cuatro días- del 22 al 25 de septiembre- será la capital
de Alemania federal donde el Santo Padre se reunirá con el presidente Christipan Wulff
y la canciller Angel Merkel.
La atención de los medios de comunicación ya
comienza a intensificarse con numerosas noticias y artículos dedicados al itinerario
del Papa en las tres ciudades que visitará: además de Berlín, Erfurt y Friburgo. Imponentes
sistemas de seguridad se están preparando para la llegada del Papa que no deja de
tener sus signos festivos, siendo la primera visita oficial a su tierra natal. Y es
precisamente en este punto donde se concentra la mayor atención teniendo en cuenta
la invitación que las autoridades alemanas han extendido al Papa para pronunciar un
discurso ante el Parlamento alemán. Una cita que no ha dejado de crear polémica, con
la declinación de algunos parlamentarios a participar en el evento, en cuanto arguyen
que no se corresponde con la laicidad del Estado.
Ciertamente, los desafíos
para Benedicto XVI en este viaje tienen mucho más peso si se colocan en la clave de
una sociedad cada vez más secularizada, donde también el catolicismo sufre un creciente
éxodo, que no sólo responde a las crisis internas que ha vivido la iglesia en el último
período, sino también a una descristianización generalizada que aleja las raíces de
la propia cultura de su futuro. No es gratuito entonces, el lema de este viaje “Donde
hay Dios, ahí hay futuro” que trata de subrayar – sobre todo a las sociedades europeas-
que sin los valores de la fe, sin la esperanza, será difícil encontrar respuestas
a los grandes retos de hoy, desde la crisis económica mundial, hasta las preocupaciones
por el ambiente, la erradicación de la violencia y la pobreza.
Unos valores
de la fe y una esperanza cristiana que según el Nuncio Apostólico en Berlín, monseñor
Jean Claude Périsset- entrevistado por Sergio Centofanti -son más necesarias que nunca,
sobre todo en la Alemania de hoy.
“El Papa encuentra
a una Alemania similar a las demás sociedades occidentales, en las que la fe ya no
es tan vivida, ni siquiera dentro de la misma iglesia católica; los practicantes,
cuantos frecuentan al menos la misa dominical, alcanzan poco más del 15 por ciento,
y sin embargo, las personas se reconocen como miembros de una Iglesia: un tercio católicos,
un tercio evangélicos, y un tercio dice no tener alguna pertenencia religiosa. Pero
yo veo también que aquellos que no están de acuerdo con la iglesia de todos modos
están interesados en su mensaje”.
Monseñor Périsset se refirió en particular
a la situación de la iglesia católica, donde crecen algunas inquietudes relacionadas
con cambios o reformas
“Hay inquietudes,
porque en la actual sociedad libre, cada quien expresa su propio parecer, y esto no
me sorprende. Pero es necesario tomar conciencia del tesoro intrínseco en el magisterio
de la Iglesia, enriquecido a lo largo de los siglos, que ha dado vida a nuestra comunidad
y que hoy el Papa, junto a los obispos, trata de hacer cada vez más vivo para la sociedad
de hoy. Estar a la escucha: para mí, es muy importante. Luego, es necesario responder
de de tal manera que nuestro lenguaje pueda ser comprendido por la gente. Y creo que
en esto el Papa Benedicto es un maestro”.
Se ha hablado de un fuerte acento
ecuménico en esta visita del Papa a Alemania. En este sentido, el nuncio apostólico
explicó la importancia de la visita del Papa al convento donde residió Martin Lutero,
en Erfurt.
“Para mí, el
solo hecho de que el Papa se encuentre con los hermanos evangélicos en el lugar donde
Lutero fue monje- y donde luego ha dejado las enseñanzas de la Iglesia para promover
una visión personal- es realmente relevante. El Papa desea dar este signo: no sólo
de diálogo con los representantes de la Iglesia evangélica y de otros grupos apegados
a la Reforma, sino también un momento, un acto de oración ecuménica. Esto responde
a lo que dice la escritura: “donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo”.
Creo que verdaderamente Cristo está presente en estos encuentros ecuménicos. Para
mí, este gesto tiene una resonancia que va mucho más allá de los muros del Convento
de Erfurt y más allá de la misma Alemania”.
Por último, refiriéndose a
las protestas anunciadas por algunos parlamentarios en rechazo a la alocución de Benedicto
XVI en el Bundestag, monseñor Perisset afirmó que “esta actitud significa que no se
sabe lo que quiere decir una visita de Estado y qué representa la persona del Papa”.
Por lo tanto, que algunos parlamentarios no lo entiendan quiere decir que no están
bien informados. El nuncio apostólico en Berlín, manifestó su deseo de que estas protestas
se den en los límites de lo correcto, sin actitudes intolerantes. ATD-RV