RV - En el marco de la inminente visita del Papa a su País natal, es oportuno conocer
las expectativas de los alemanes. En declaraciones a nuestra Emisora, el rector de
la Academia Católica de Baviera, Mons. Florian Schuller, destacó que la primera expectativa
se refiere al discurso del Santo Padre ante los miembros del Parlamento, en Berlín,
por lo que es del parecer de que de este discurso se esperen impulsos para una moral
político-económica, pero también por motivos de la colosal crisis mundial y no solamente
financiera- ésta es también una crisis de la pérdida de confianza en las posibilidades
de resolver los grandes problemas de la humanidad. Además, declaró que otra expectativa
se refiere al campo del ecumenismo: “muchos esperan una nueva interpretación de Marín
Lutero destacó el rector de la Academia Católica de Baviera”. Tras recordar que
en Alemania como en toda sociedad moderna o postmoderna, con sus problemas tan complejos,
es imposible encontrar un único hilo conductor, añadió que lo que acomuna a los
católicos sin duda alguna, es la base ética: la dignidad del hombre, la dignidad
humana, añadiendo que la idea fundamental del primer artículo de la Constitución alemana
es que la voz de la Iglesia, a través de los laicos, sea escuchada en el campo de
la bioética, de la ética social, económica y de la política energética. El rector
de la Academia Católica de Baviera, Mons. Florian Schuller al ser cuestionado sobre
la situación actual de Alemania de frente a un proceso de descristianización debido
al secularismo que avanza , añadió que esta descristianización es un problema fundamental
que naturalmente interesa a todos los alemanes y por este motivo las academias católicas
son los lugares privilegiados y muy fecundos para el diálogo necesario entre creyentes
y no creyentes. “Desde hace al menos 500 años Alemania ha contado con católicos
por una parte y cristianos de la tradición reformadora, por la otra. Esta situación
impulsa casi necesariamente a los católicos a repensar en continuación en su praxis
personal y eclesial confrontándola con aquella de los protestantes. Este es un paragón
inevitable pero también fértil, dado que los hace un poco más críticos hacia los demás
pero no por ello menos fieles”. P. JÁUREGUI - RV