Santa Sede y Reino Unido aúnan esfuerzos para impulsar la paz entre las naciones
RV - La Santa Sede y el Reino Unido se proponen seguir aunando esfuerzos para impulsar
sin cesar la paz entre las naciones, el desarrollo integral de los pueblos, con especial
atención a los más pobres y débiles, sin olvidar el respeto de los derechos humanos
inalienables y los problemas de la crisis económica, que atenazan en particular a
los más necesitados. Son algunas de las importantes metas, que destacó Benedicto XVI,
esta mañana en el Palacio Apostólico de Castelfandolfo, al recibir al nuevo embajador
del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Nigel Marcus BAKER, para el acto
de presentación de sus Cartas Credenciales. En el denso discurso entregado al
diplomático británico, el Papa, junto con su cordial bienvenida, recuerda las excelentes
relaciones entre la Santa Sede y el Reino Unido, que se fortalecieron aún más con
su visita, el año pasado, con motivo de la beatificación del Cardenal Newman.
Y
tras renovar su profunda admiración por este ‘gran inglés’, cuyo pensamiento sigue
siendo proféticamente actual, importante y claro para afrontar los desafíos sociales
en el Reino Unido, en Europa y en todo Occidente en general, Benedicto XVI hace hincapié
en que la obra del beato Newman puede brindar grandes frutos en la búsqueda de soluciones
a los problemas políticos, económicos y sociales del momento actual.
El Santo
Padre subraya su profunda alegría por la reciente visita de la Reina Isabel a la República
de Irlanda, en el marco del proceso de reconciliación, a pesar de los problemas de
hace unos meses. En este contexto, Benedicto XVI afirma: «Aprovecho esta oportunidad
para exhortar, una vez más, a todos a abandonar la violencia y a buscar el diálogo,
para poder alcanzar la paz y la prosperidad de toda la comunidad».
Haciendo
hincapié luego en la necesidad de políticas basadas en los valores perennes, que no
se expresan únicamente en términos legales, como se vio en lo que ocurrió en Inglaterra
recientemente, el Papa recuerda asimismo que, cuando las políticas olvidan esos importantes
valores, el relativismo moral resultante desemboca en frustración, desesperación y
disgregación, atentando contra la vida y la libertad de todos.
Por lo que,
destaca asimismo el Santo Padre, «es urgente que los responsables políticos busquen
los caminos para defender tanto el derecho a la educación, como la legítima oportunidad
de mejorar social y económicamente a todos los miembros de la sociedad, en el respeto
de la dignidad y de la justicia».
«Aún más – insiste Benedicto XVI – en la
búsqueda activa de los valores esenciales para lograr una sociedad mejor, será una
gran ayuda promover la defensa de la vida y de la familia, la educación moral de los
jóvenes, la relación fraternal con los pobres y necesitados, así como volver a descubrir
el sentido positivo de nuestro deber en la caridad, no sólo para con los amigos, sino
también hacia los extranjeros».
Antes de concluir su discurso de bienvenida
al nuevo embajador del Reino Unido, el Papa señala que la Santa Sede acoge con satisfacción
el anuncio del primer ministro Cameron sobre su intención de aumentar el presupuesto
correspondiente a la ayuda británica para el desarrollo. Y, evocando también sus palabras
en Westminster Hall, Benedicto XVI vuelve a asegurar que la Iglesia católica en este
país seguirá ofreciendo su sustancial contribución al bien común, por medio de sus
instituciones, a la luz de la visión cristiana de los derechos y de la dignidad de
la persona humana.