Coexistencia religiosa pacífica: llamamiento de los Patriarcas ortodoxos a líderes
RV- Con un Mensaje fuerte que invita a la reconciliación de los pueblos en Oriente
Medio concluyó el encuentro de Patriarcas: los más antiguos patriarcas ortodoxos
de Alejandría, Antioquía y Jerusalén, y de la Iglesia de Chipre. Encuentro celebrado
en Estambul, Turquía y promovido por el Patriarca ecuménico de Constantinopla en el
que se analizó la situación de los cristianos en Oriente y su futuro: “Hacemos un
llamamiento a los líderes políticos y religiosos de Oriente Medio y del mundo entero
para que promuevan principios y compromisos a favor de la coexistencia pacífica entre
los creyentes de las diferentes tradiciones religiosas, a la vez que expresamos toda
nuestra solidaridad a todos aquellos que son víctimas de discriminaciones, violencia
y persecución”. En este encuentro participaron el Patriarca de Alejandría Theodoros,
el Patriarca de Jerusalén Tehophilos, el Arzobispo de Chipre, Chrysostomos. El Patriarca
ecuménico Bartolomeo, anfitrión del encuentro, al abrir los trabajos había expresado
su “preocupación por los eventos políticos que se están sucediendo en Oriente Medio
y su impacto sobre la vida de los cristianos que viven en aquella región”.
Los
Patriarcas recuerdan las “profundas raíces” sobre las que está cimentada la Iglesia
de Cristo en aquella región oriental. En su mensaje describen la difícil situación
en la que los cristianos viven en la región destacando que son tratados como ciudadanos
de segunda clase, y que sus lugares de culto son profanados o destruidos; su actividad
religiosa y educativa se ve constantemente limitada, y a esto se añaden los asaltos
y violencias sangrientas contra los cristianos por parte de grupos religiosos extremistas.
No queriendo interferir con la esfera política, los patriarcas de las Iglesias ortodoxas
los patriarcas expresan que “la Iglesia no puede permanecer indiferente ante estos
problemas y ante los principios fundamentales, antropológicos y sociológicos, especialmente
cuando estos problemas amenazan o ponen en peligro la dignidad y la libertad de las
personas hechas a imagen y semejanza de Dios”.