RV- El arzobispo de Santiago destacó la solidaridad y amor a los necesitados de las
víctimas del avión siniestrado. Mons. Ricardo Ezzati manifestó "que el ejemplo de
estos hombres y mujeres -que desde el ámbito de las comunicaciones, de la solidaridad,
de la cultura, querían colaborar para un Chile más bello, más justo y más fraterno-,
nos ayuden a todos nosotros a pensar que de verdad que el país bello y grande lo podemos
construir con el aporte de todos". Sus declaraciones las realizó luego de presidir
la Santa Misa en la parroquia La Asunción, en la zona centro de Santiago, al mediodía
del domingo 4 de septiembre.
"En primer lugar una palabra de esperanza, de
cercanía, a todos los familiares y personas que están sufriendo en estos momentos.
Quisiera invitar a todo el país, de manera muy especial a las personas que más sufren
por esta tragedia, a levantar la mirada hacia el cielo y a descubrir como la mano
paterna de Dios se inclina hacia nuestro país, para darnos una caricia de su amor,
de su amor paterno, de su amor que consuela", dijo monseñor Ezzati.
"En segundo
lugar, -agregó el arzobispo de Santiago- quisiera invitar a todo el país a mirar con
profundidad este gesto. Llama la atención que todas las personas que han perecido,
fallecieron haciendo un gesto de amor, de donación, de regalo de lo que tenían para
que otros que habían sufrido las inclemencias, las virulencias, del terremoto y maremoto
del año pasado, para que pudieran tener algo más de felicidad y de bienestar. Sin
saberlo alguno de ellos -y otros seguramente sabiéndolo-, han seguido el camino de
Jesús, que ha venido para entregar la vida y que ha dicho que hay más alegría en dar
que en recibir. Que el ejemplo de estos hombres y mujeres -que desde el ámbito de
las comunicaciones, de la solidaridad, de la cultura, querían colaborar para un Chile
más bello, más justo y más fraterno-, nos ayuden a todos nosotros a pensar que de
verdad que el país bello y grande lo podemos construir con el aporte de todos. Estamos
viviendo los primeros días del mes de la patria y este sacrificio nos viene a recordar
que el bienestar del país, el desarrollo de todos, es fruto también de la entrega
de todos, del hacer de nuestra vida un don para que haya más vida, para que haya más
paz, para que haya más solidaridad".
Luego monseñor Ezzati dijo que el dolor
tiene esa magia de unir a las personas. "Además de desgarrar el corazón, el dolor
también tiene la fuerza de unir. Dios quiera que este dolor, esta tragedia, nos una
mucho más, nos haga sentirnos más partícipes de la misma suerte, más partícipes del
mismo proyecto; que de verdad el ejemplo, porque es un ejemplo, que nos han dado estos
conciudadanos, nos ayuden a ser mucho más solidarios y a construir en unidad el bien"
Con
la comunidad parroquial Al inicio de la homilía, en la Misa que presidió junto
a la comunidad de la parroquia La Asunción, -y que fue concelebrada por su párroco,
Monseñor Juan Suárez-, Monseñor Ezzati también se refirió a este trágico hecho señalando:
"Participamos del dolor de nuestra patria, con motivo del accidente ocurrido el viernes
en la tarde en la Isla de Juan Fernández. De manera muy particular queremos unirnos
a todos los hombres y mujeres de fe de nuestra patria para elevar una plegaria ante
el Señor, para que en su infinita bondad acoja a las víctimas y se muestre con ellos
como padre de bondad y de misericordia. Al mismo tiempo queremos ofrecer también nuestra
oración por las familias de quienes han partido, para que el Señor sea para ellos
esta caricia paterna, especialmente en los momentos de dolor y de desconcierto que
todos necesitamos. Que nuestra solidaridad de hermanos nos invite en el día de hoy,
y en los próximos días, a elevar nuestra oración al Señor para que en su bondad haga
también de este acontecimiento trágico a los ojos de los hombres, un acontecimiento
de salvación de vida".