2011-09-03 14:01:09

Informe Cloyne: respuesta de la Santa Sede al Gobierno Irlandés


RV- Después de la publicación del Informe de la Comisión de Investigación sobre la diócesis de Cloyne, sobre abusos sexuales contra menores por parte de miembros del clero y a la forma en que han sido afrontados en dicha diócesis, la esperada respuesta solicitada a la Santa Sede ha sido entregada esta mañana.

El documento ha sido entregado a la Señora Helena Keleher, encargada de negocios ad interim de Irlanda ante la Santa Sede y ha sido publicado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Es en inglés y consta de más de 20 páginas, estructurado de forma clara, para afrontar todas las cuestiones levantadas y darles respuestas argumentadas y documentadas.

El documento de la Santa Sede se abre con el debido reconocimiento de la gravedad de los abusos cometidos y de la serie de graves e inquietantes errores en la forma de afrontar las acusaciones de abuso sexual de niños y jóvenes, por parte de eclesiásticos en la diócesis de Cloyne.

Asimismo, la Santa Sede desea reafirmar, ante todo, su profunda repugnancia por los delitos de abuso sexual sucedidos en esa diócesis y lamenta y se avergüenza profundamente por los terribles sufrimientos que las víctimas y sus familias han tenido que soportar en la Iglesia de Jesucristo, lugar donde eso jamás tendría que ocurrir.

Sobre las cuestiones suscitadas por algunos líderes políticos irlandeses al respecto, la Santa Sede comprende y comparte los profundos sentimientos de enfado y frustración ante las conclusiones del Cloyne Report, pero desea dejar bien claro que de ningún modo ha obstaculizado o intentado interferir en ninguna investigación de casos de abuso sexual de menores en la diócesis de Cloyne.

En las observaciones finales, la Santa Sede ofrece una presentación de la actitud de la Iglesia hacia la protección de menores, incluyendo la correspondiente legislación canónica, y hace referencia a la Carta a los católicos de Irlanda del Santo Padre, publicada el 19 de marzo de 2010, en la que el Papa Benedicto indica su vivo deseo de que los obispos irlandeses cooperen con las autoridades civiles, apliquen plenamente las normas del Derecho Canónico y aseguren la aplicación plena e imparcial de las normas de la Iglesia en Irlanda para la protección de los menores.

La publicación del Cloyne Report es un paso más en el largo y difícil camino de comprobación de la verdad, de penitencia y purificación, de sanación y renovación de la Iglesia en Irlanda. La Santa Sede no se considera ajena a este proceso, sino que lo comparte en espíritu de solidaridad y compromiso.

La Santa Sede, a la vez que rechaza las acusaciones infundadas, acoge con espíritu de humildad todas las observaciones y sugerencias objetivas y útiles para combatir con determinación el espantoso delito del abuso sexual de menores.

La Santa Sede es también consciente de la comprensible rabia, de la desilusión y del sentimiento de traición experimentados por quienes, particularmente las víctimas y sus familias, se han visto afectados por estas acciones viles y deplorables y por el modo en que a veces se han afrontado por parte de las autoridades eclesiásticas. Y por ello desea reiterar su dolor por lo sucedido.

Asimismo desea que las medidas que la Iglesia ha introducido en los últimos años, universalmente, como también en Irlanda, sean más eficaces para prevenir la repetición de dichos actos y contribuyan a la sanación de quienes han sufrido los abusos y a restablecer la confianza recíproca y la colaboración entre las autoridades eclesiásticas y las estatales, lo cual es esencial para luchar eficazmente contra el flagelo del abuso.

En sintonía con dicha actitud, la Santa Sede desea reafirmar una vez más su compromiso por dialogar constructivamente y cooperar con el Gobierno irlandés, diálogo y cooperación que naturalmente deben basarse en el respeto mutuo, de forma que todas las instituciones, tanto públicas como privadas, religiosas o civiles, trabajen juntas para asegurar que la Iglesia, más aún, la sociedad en general, sea siempre un lugar seguro para la infancia y los jóvenes.

CdM & ER - RV

Texto Completo



Síntesis de la Respuesta al señor Eamon Gilmore,
vice primer ministro de Irlanda (Tánaiste)
y ministro de Exteriores y Comercio,
acerca del Cloyne Report

El 14 de julio de 2011, después de la publicación del Informe de la Comisión de Investigación sobre la diócesis de Cloyne, conocido como Cloyne Report, el señor Eamon Gilmore, vice primer ministro de Irlanda (Tánaiste) y ministro de Exteriores y Comercio, en el curso de un encuentro con el Nuncio Apostólico en Irlanda, el arzobispo Giuseppe Leanza, trasladó la petición del Gobierno irlandés de una respuesta por parte de la Santa Sede al Informe y a las consideraciones del Gobierno sobre el mismo.



    Observaciones generales acerca del Cloyne Report

La Santa Sede ha examinado cuidadosamente el Cloyne Report, que ha evidenciado graves e inquietantes errores en la forma de afrontar las acusaciones de abuso sexual de niños y jóvenes por parte de eclesiásticos en la diócesis de Cloyne.

La Santa Sede desea reafirmar, ante todo, su profunda repugnancia por los delitos de abuso sexual sucedidos en esa diócesis y lamenta y se avergüenza profundamente por los terribles sufrimientos que las víctimas y sus familias han tenido que soportar en la Iglesia de Jesucristo, lugar donde eso jamás tendría que ocurrir. La Santa Sede está muy preocupada por los hallazgos de la Comisión respecto a las graves carencias en el gobierno eclesial de la diócesis y el trato inadecuado de las acusaciones de abuso. Es particularmente alarmante que todas estas deficiencias hayan podido suceder a pesar de que los obispos y los superiores religiosos hayan asumido el compromiso de aplicar las líneas guía desarrolladas por la Iglesia en Irlanda a fin de ayudar a garantizar la protección de los niños, y a pesar de las normas y de los procedimientos de la Santa Sede relativos a los casos de abuso sexual. En cualquier caso, la actitud adoptada por la Iglesia en Irlanda en tiempos recientes respecto al problema del abuso sexual de menores se está beneficiando de la experiencia en marcha y está demostrando cada vez mayor eficacia en la prevención de la repetición de tales delitos y en el trato de los casos que surgen.


    Cuestiones suscitadas por el Cloyne Report

El texto de la Respuesta de la Santa Sede afronta detalladamente las diversas acusaciones presentadas contra ella, que parecen fundarse principalmente en la relación y la valoración que el Cloyne Report ha dado respecto a la carta dirigida a los obispos irlandeses el 31 de enero de 1997 por el entonces Nuncio Apostólico, el arzobispo Luciano Storero, relativa a la respuesta de la Congregación para el Clero al documento Child Sexual Abuse: Framework for a Church Response (el Documento Marco). La Comisión de Investigación afirma que la mencionada respuesta proporcionó apoyo a quienes disentían de la línea oficial de la Iglesia y fue de poca ayuda especialmente respecto a la denuncia ante las autoridades civiles.

La Santa Sede desea afirmar cuanto sigue en relación a la respuesta de la Congregación para el Clero:










    Cuestiones suscitadas por líderes políticos irlandeses

La Santa Sede desea precisar lo siguiente respecto a algunas reacciones de líderes políticos irlandeses:


De hecho, las acusaciones de injerencia contra la Santa Sede se desmienten en muchos informes que, con todo, se utilizan para criticarla. Tales informes -elogiados por su exhaustiva investigación del abuso sexual y la forma en que se trató- no proporcionan pruebas de que la Santa Sede haya interferido en los asuntos internos del Estado irlandés o de que haya estado involucrada en la gestión ordinaria de las diócesis irlandesas o de las congregaciones religiosas acerca de los problemas de abuso sexual. Más bien lo que impacta de estos informes, y de la amplia información sobre la que se basan, es que no existe base para tales acusaciones.

Al respecto, la Santa Sede desea dejar bien claro que de ningún modo ha obstaculizado o intentado interferir en ninguna investigación de casos de abuso sexual de menores en la diócesis de Cloyne. Además, en ningún momento la Santa Sede ha intentado interferir en la ley civil irlandesa o impedir a las autoridades civiles el ejercicio de sus funciones.








    Observaciones finales

En su Respuesta, la Santa Sede ofrece una presentación de la actitud de la Iglesia hacia la protección de menores, incluyendo la correspondiente legislación canónica, y hace referencia a la Carta a los católicos de Irlanda del Santo Padre Benedicto XVI, publicada el 19 de marzo de 2010, en la que el Papa Benedicto indica su vivo deseo de que los obispos irlandeses cooperen con las autoridades civiles, apliquen plenamente las normas del Derecho Canónico y aseguren la aplicación plena e imparcial de las normas de la Iglesia en Irlanda para la protección de los menores.
La publicación del Cloyne Report es un paso más en el largo y difícil camino de comprobación de la verdad, de penitencia y purificación, de sanación y renovación de la Iglesia en Irlanda. La Santa Sede no se considera ajena a este proceso, sino que lo comparte en espíritu de solidaridad y compromiso.

La Santa Sede, a la vez que rechaza las acusaciones infundadas, acoge con espíritu de humildad todas las observaciones y sugerencias objetivas y útiles para combatir con determinación el espantoso delito del abuso sexual de menores. La Santa Sede desea manifestar de nuevo que comparte la profunda preocupación e inquietud expresadas por las autoridades irlandesas, por los ciudadanos irlandeses en general y por los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos de Irlanda respecto a los actos delictivos y pecaminosos de abuso sexual perpetrados por miembros del clero y por religiosos. La Santa Sede es también consciente de la comprensible rabia, de la desilusión y del sentimiento de traición experimentados por quienes, particularmente las víctimas y sus familias, se han visto afectados por estas acciones viles y deplorables y por el modo en que a veces se han afrontado por parte de las autoridades eclesiásticas. Y por ello la Santa Sede desea reiterar su dolor por lo sucedido. Desea que las medidas que la Iglesia ha introducido en los últimos años, universalmente, como también en Irlanda, sean más eficaces para prevenir la repetición de dichos actos y contribuyan a la sanación de quienes han sufrido los abusos y a restablecer la confianza recíproca y la colaboración entre las autoridades eclesiásticas y las estatales, lo cual es esencial para luchar eficazmente contra el flagelo del abuso. Naturalmente, la Santa Sede sabe bien que la dolorosa situación provocada por los episodios de abuso no puede resolverse rápida o fácilmente y que, aunque se hayan realizado muchos progresos, queda aún mucho por hacer.
Desde los primeros días del Estado irlandés, y especialmente desde el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1929, la Santa Sede siempre ha respetado la soberanía de Irlanda, ha mantenido relaciones cordiales y amistosas con el país y sus autoridades, frecuentemente ha expresado su admiración por la extraordinaria contribución de hombres y mujeres de Irlanda a la misión de la Iglesia y a la mejora de las condiciones de vida de poblaciones de todo el mundo; además, la Santa Sede no ha ahorrado su apoyo a todos los esfuerzos para promover la paz en la isla durante las últimas atormentadas décadas. En sintonía con dicha actitud, la Santa Sede desea reafirmar una vez más su compromiso por dialogar constructivamente y cooperar con el Gobierno irlandés, diálogo y cooperación que naturalmente deben basarse en el respeto mutuo, de forma que todas las instituciones, tanto públicas como privadas, religiosas o civiles, trabajen juntas para asegurar que la Iglesia, más aún, la sociedad en general, sea siempre un lugar seguro para la infancia y los jóvenes.









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