Necesidad de apoyar todas las iniciativas para el progresivo desarme nuclear
El pasado 29 de agosto se celebra el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares,
aprobado por unanimidad, en la Asamblea general de la ONU del 2 de diciembre de 2009.
La resolución pone de relieve “que debe hacerse todo lo posible para poner fin a los
ensayos nucleares con el fin de evitar efectos devastadores y perjudiciales para la
vida y la salud de las personas (…) y que la cesación de los ensayos nucleares es
uno de los medios fundamentales para lograr el objetivo de un mundo libre de armas
nucleares”. La Santa Sede, en su calidad de observador permanente, ha apoyado este
Tratado sobre la prohibición global de los ensayos nucleares que se firmó en 1997.
Actualmente de los 182 países 154 lo han ratificado pero aún quedan 35 de manera que
el Tratado todavía no ha entrado en vigor.
El Papa Benedicto XVI repetidas
veces ha enfatizado la necesidad de apoyar todas las iniciativas para el progresivo
desarme nuclear hasta lograr la eliminación de los arsenales atómicos del mundo, única
alternativa para la verdadera paz. Escuchémoslo en su llamamiento al final de la audiencia
general del 5 de mayo de 2010, mientras en nueva York se llevaba a cabo la VII Conferencia
sobre el Tratado de no proliferación de armas nucleares.
(Audio) El proceso hacia
un desarme nuclear concertado y seguro está estrechamente vinculado al pleno y solícito
cumplimiento de los relativos compromisos internacionales. De hecho, la paz se apoya
en la confianza y en el respeto de las obligaciones asumidas y no sólo en el equilibrio
de las fuerzas. Con este espíritu, aliento las iniciativas que buscan un desarme progresivo
y la creación de zonas libres de armas nucleares, en la perspectiva de su completa
eliminación del planeta.