El Papa recuerda que en la liturgia, Dios Amor guía y actúa en el hoy de la Iglesia
Con la cercanía espiritual de Benedicto XVI, junto con sus cordiales saludos y bendiciones,
se inauguró ayer la 62 edición de la Semana Litúrgica nacional italiana. Al comienzo
de los trabajos, dedicados al tema «Dios educa a su pueblo. La liturgia, manantial
inextinguible de catequesis», se leyó el mensaje del Papa a los participantes en este
encuentro, que se está celebrando en la ciudad de Trieste y que terminará el próximo
viernes, 26 de agosto.
Inspirándose en la obra ‘Teología de la Liturgia’ de
Joseph Ratzinger, esta semana se inscribe en la perspectiva de las Orientaciones pastorales
de la Iglesia en Italia, para el decenio 2010-2020, tendidas a afrontar la actual
emergencia educativa y se propone manifestar «inequívocamente la primacía de Dios
(...) en primer lugar, Dios», y su absoluta prioridad en el papel educativo de la
liturgia, recuerda el mensaje firmado por el Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad.
«La
Iglesia, en especial cuando celebra los divinos misterios, se reconoce y se manifiesta
como realidad, que no se puede reducir a mero aspecto terrenal y organizativo», reitera
el mensaje pontificio, haciendo hincapié en que «el corazón pulsante de la comunidad
se debe reconocer – más allá de los necesarios confines de la ritualidad – porque
la liturgia no es no que lo el hombre hace, sino lo que Dios hace con su admirable
y gratuita condescendencia». Con las palabras de Benedicto XVI en su Encíclica – Deus
caritas est, el Card. Bertone recuerda también que la liturgia, manifiesta el Dios
con nosotros...
«No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una
gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un
nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva», como escribe Benedicto
XVI en su primera encíclica, poniendo de relieve que Dios es el gran educador de su
pueblo, guía amorosa, sabia e incansable ‘en’ y ‘por medio’ de la liturgia, Dios actúa
en el hoy de la Iglesia.
Profundizando en la liturgia y rechazando toda indebida
instrumentalización, se la puede enfocar como catequesis permanente de la Iglesia
con el anhelo de que este encuentro, organizado por el Centro de Acción Litúrgica,
se ponga al servicio del ‘sentido genuino’ de la misma liturgia, impulsando una sólida
formación teológica y pastoral, en plena consonancia con el Magisterio y la tradición
viva de la Iglesia, recuerda el mensaje del Papa, sin olvidar que «la liturgia, en
calidad de experiencia integrada de catequesis, celebración y vida expresa además
el acompañamiento maternal de la Iglesia, contribuyendo así a desarrollar el crecimiento
de la vida cristiana del creyente y a la maduración de su conciencia».