Solidaridad del Papa con la emergencia humanitaria en el continente africano
El secretario del Pontificio Consejo Cor Unum, monseñor Giampiero Dal Toso, en una
entrevista para el diario vaticano "L’Osservatore Romano", aseguró que el dicasterio
ha enviado, esta semana, una sustanciosa ayuda a nombre del Papa para algunas diócesis
del Cuerno de África.
“Este es un signo de la atención con la cual Benedicto
XVI sigue la dramática situación en la región y su solicitud por aquellas poblaciones
martirizadas” - dijo el prelado vaticano-, quien agregó que también es una “fuerte
señal” para la comunidad internacional. En efecto, después de la ayuda inmediata a
Somalia, a través del dicasterio Cor Unum, el Papa a enviado ayuda a cinco diócesis
de Kenia y a seis diócesis de Etiopía que están enfrentando la emergencia humanitaria
con pocos medios a su disposición.
En estos días se ha convocado a una conferencia
internacional con la participación de organizaciones humanitarias gubernamentales
y privadas para estudiar cuáles son las medidas más adecuadas para intervenir en una
situación que se agrava cada día más, con numerosas personas que necesitan ayuda inmediata.
En este sentido, Monseñor Dal Toso fue enfático en la necesidad de planificar proyectos
de desarrollo “que puedan garantizar un futuro a las nuevas generaciones” y “alejar
para siempre el espectro del hambre en el mundo”.
Lamentablemente, agregó,
la situación no ha encontrado todavía una solución, también porque objetivamente,
la situación es resultado de una serie problemáticas que la condicionan. Por una parte,
el problema de la sequía, que ha degenerado en la carestía. Por la otra, el conflicto
en Somalia, que ha provocado el éxodo de millares de personas hacia territorios también
afectados. Hay refugiados que se mueven hacia los países vecinos, pero también están
los desplazados internos.
El secretario de dicasterio de la Caridad del Papa
considera que si bien la comunidad internacional está actuando, no debe bajar la guardia,
sobre todo cuando termine el efecto emotivo que se genera a través de los medios de
comunicación. “Algunos de esos países- explica- desde hace años, arrastran crisis
humanitarias y políticas que han necesitado de la acción de las Naciones Unidas, de
sus agencias y otros países. Y aunque actualmente la presencia de la comunidad internacional
está garantizada- asegura el prelado vaticano, también actualmente es la crisis financiera
la que ocupa la mayor parte de la información.
En cuanto al trabajo de la iglesia
para ayudar a las poblaciones del Cuerno de Africa, monseñor Dal Toso enfatizó que
el Papa ha sido uno de los primeros en subrayar la gravedad de la situación el pasado
17 de julio, cuando recalcó la necesidad de intervenir para defender y sostener a
una población tan sufrida. En cuanto a la acción de las instituciones de la Iglesia
en esta crisis el prelado vaticano explicó que se realiza en distintas escalas. La
más directa es la de la acogida y el mantenimiento de la población en sus necesidades
básicas inmediatas. Un trabajo que es realizado de forma directa por las diócesis
y comunidades locales, a pesar de los pocos recursos. Luego está el aporte de organizaciones
católicas como Caritas Internationalis que elaboran programas más articulados con
un compromiso económico mayor, de varios millones de dólares, y que miran hacia un
largo plazo.
“Es imposible hacer previsiones sobre el tiempo que se necesita
para enfrentar la gravedad de la situación en esa región de África”- concluyó el secretario
del Pontificio Consejo Cor unum, pero manifestó que la Iglesia confía en que la colaboración
y la atención de las autoridades internacionales podrán contribuir a aliviar los sufrimientos.
“La iglesia, como siempre- dijo- continuará a hacer su parte, de manera activa. Estamos
en manos del Señor”. ATD