Fiesta de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, patrona de Europa

La iglesia recuerda hoy a la santa carmelita Teresa Benedicta de la Cruz, patrona de Europa. Filósofa alemana, judía conversa al catolicismo en 1921 - luego de haber leído la autobiografía de Santa Teresa de Avila-, Edith Stein muere el 9 de agosto, en el campo de concentración de en Auschwitz. Más de una vez, Benedicto XVI ha recordado la figura de esta santa alemana, tanto en la entereza de su martirio, “porque ha seguido al Señor hasta el final venciendo así el odio y la violencia “, como en la claridad de su pensamiento como filósofa, siempre en búsqueda de la verdad.

“Una verdad que Edith Stein encontró en la Cruz, la verdad que es una Persona: Jesucristo”. Así lo dijo el Papa hablando de las enseñanzas de esta santa durante el ángelus del 20 de junio de 2010, en el que recalcó que “solo tomando la cruz podemos acoger la voluntad del Señor, incluso frente a los sufrimientos más terribles”. “Mientras más oscurece a nuestro alrededor- decía Edith Stein- es cuando debemos abrir más nuestro corazón a la luz que viene de lo Alto”.

Benedicto XVI, en la audiencia general del 11 de agosto de 2010 colocando a Edith Stein junto a san Maximiliano Kolbe, también victima del horror nazi, reafirmó que ambos nos revelan cuál es la lógica del martirio: la muerte de Jesús, su sacrificio supremo de amor.

Es la lógica del grano de trigo que muere para germinar y dar vida. Jesús mismo «es el grano de trigo venido de Dios, el grano de trigo divino, que se deja caer en tierra, que se deja partir, romper en la muerte y, precisamente de esta forma, se abre y puede dar fruto en todo el mundo»

Si leemos la vida de los mártires – decía el Papa al de esta mártir patrona de Europa- quedamos sorprendidos por la serenidad y la valentía a la hora de afrontar el sufrimiento y la muerte. La gracia de Dios- dijo- no suprime o sofoca la libertad de quien afronta el martirio, sino, al contrario, la enriquece y la exalta.

“El mártir es una persona sumamente libre, libre respecto del poder, del mundo: una persona libre, que en un único acto definitivo entrega toda su vida a Dios, y en un acto supremo de fe, de esperanza y de caridad se abandona en las manos de su Creador y Redentor; sacrifica su vida para ser asociado de modo total al sacrificio de Cristo en la cruz. En una palabra, el martirio es un gran acto de amor en respuesta al inmenso amor de Dios

ATD