2011-07-27 12:55:53

La Santa Sede y Malasia establecen relaciones diplomáticas


Miércoles, 27 jul (RV).- Como se había anunciado, después de la audiencia de Benedicto XVI al primer ministro malasio, el pasado 18 de julio, la Santa Sede y Malasia, con el deseo de promover lazos de amistad mutua, han decidido de común acuerdo establecer relaciones diplomáticas a nivel de Nunciatura Apostólica, de parte de la Santa Sede, y de Embajada, de parte de Malasia.

Con Malasia son 179 los países que han establecido relaciones diplomáticas con la Santa Sede. En el sureste asiático, la última nación ha sido Timor Oriental, en 2002.

Malasia, con una superficie de 329.750 Km. cuadrados, tiene una población multirracial y multicultural de más de 28 millones de habitantes. La religión del estado es el Islam, profesada por el 60,4% de sus habitantes. Siguen los budistas (19,2%); los cristianos (9,1%); los hindúes (6,3%); las religiones populares chinas (2,6%) y los animistas (2,4%).

Esta nación, independiente desde 1957, ha vivido un periodo de rápido desarrollo en varios sectores, colocándose entre los mayores productores de componentes electrónicos del mundo y ocupa el primer lugar del sureste asiático para el ensamblaje y la exportación de autos. Asimismo, Malasia se va considerando, cada vez más, como importante interlocutor sobre temáticas de interés global. Como el diálogo interétnico, intercultural e interreligioso.

En particular, ha adquirido un creciente perfil internacional, brindando una contribución significativa a operaciones de paz y comprometiéndose en el control de algunas crisis en la región. Además, como miembro cofundador de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático, ha asumido un papel de relieve entre los otros países miembros.

La Iglesia católica está presente en Malasia desde 1511, con la llegada de los primeros misioneros portugueses a la ciudad de Malaca, donde también llegó san Francisco Javier en 1545. Hoy la Iglesia tiene 9 circunscripciones eclesiásticas, 11 obispos, 274 sacerdotes diocesanos, 119 sacerdotes y 123 religiosos, 759 religiosas y 270 seminaristas mayores. Los católicos son más de 850 mil, cerca del 3% de la población.

En particular, la Iglesia católica es muy activa en la evangelización y en la pastoral para la familia y la juventud. Y está presente en los campos educativo, caritativo y social, con numerosas escuelas primarias y secundarias y con instituciones en favor de los más necesitados y de los trabajadores migrantes, en el respeto de la identidad religiosa y cultural de cada uno. Numerosos laicos participan en la liturgia dominical y en varios grupos de oración, formados a través de la animación de los catequistas. No faltan iniciativas para promover la armonía social y la reconciliación entre las diversas comunidades religiosas, en el diálogo, en la igualdad de los derechos y de los deberes y en el respeto recíproco.

El Beato Juan Pablo II recibió el 7 de junio de 2002, al entonces primer ministro Mahathir bin Mohamad, siendo ésta la primera vez que un mandatario malasio mantenía un encuentro con un Pontífice y sus más estrechos colaboradores. En 2005, el gobierno de Kuala Lumpur envió un mensaje por la muerte del Papa Karol Wojtyla y una misión extraordinaria para las exequias pontificias. Así como envió también una misión extraordinaria para el comienzo del Pontificado de Benedicto XVI. Ese mismo año, en ocasión del 50 aniversario de la erección de la archidiócesis de Kuala Lumpur, el entonces Secretario para las Relaciones con los Estados, Mons. Giovanni Lajolo, realizó una visita a Malasia, la primera de este nivel.
Y hace pocos días, en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo, después de que Benedicto XVI recibiera al Primer Najib Bin Abdul, se anunció la decisión de establecer relaciones diplomáticas entre Malasia y la Santa Sede.
Además se destacó el encuentro con el Secretario de Estado, Card. Tarcisio Bertone, acompañado de Mons. Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones con los Estados.
El comunicado correspondiente señaló que en las cordiales conversaciones se habían recordado los desarrollos positivos en las relaciones bilaterales y que se había pasado revista a la situación política y social en el mundo y en el continente asiático, con especial referencia a la importancia del diálogo intercultural e interreligioso para la promoción de la paz, de la justicia y de la mayor comprensión entre los pueblos.

CdM








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