Noruega se debate entre el dolor y el estupor Martes 26, jul (RV).- Cinco
millones de habitantes, de un pequeño país en el norte de Europa, con altos índices
de ingresos, con una sólida seguridad social, con excelentes niveles de educación,
con una gran amplitud del uso de las nuevas tecnologías, con una importante participación
socio-política, democrática como la que más, con una baja criminalidad y por si fuera
poco, sede del premio Nobel de la Paz. En fin, Noruega, país escenario y víctima
de dos horrendos atentados que no se gestaron en rabias ajenas, en ideologías de afuera
sino allí, en las entrañas de esa nación nació, creció y explotó la demencia del joven
Anders Behring Breivik. La matanza de Oslo y Utoya llaman a la reflexión sobre cómo
ideas violentas, xenófobas, racistas pueden penetrar profundamente incluso en sociedades
tan libres, democráticas y aparentemente sin problemas sociales graves, preguntarse
cómo estas ideas corren libre y ciegamente en Internet sin levantar sospechas. Quizás
ahora desde la red podríamos tomar el pulso de lo que corre en las venas de las sociedades
y parar actos atroces y para nada necesarios. Escuchar el programa