2011-07-05 16:18:15

Documento ecuménico subraya necesidad de dar testimonio común de Cristo en un mundo multireligioso


Martes, 5 jul (RV).- En los últimos días de junio, la Iglesia católica y los delegados de instituciones cristianas firmaron un documento titulado “Testimonio cristiano en un mundo multireligioso. Recomendaciones para un Código de conducta”. Además del Consejo Ecuménico de las Iglesias y de la Alianza Evangélica Mundial estaba presente en Ginebra en representación de la Santa Sede el cardenal Jean Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, quien en una entrevista para nuestra emisora destacó que el documento ecuménico subraya la necesidad de colocar a disposición de la sociedad todo el patrimonio que las Iglesias tienen en común, cuando se trata de dar testimonio de Cristo en un mundo multireligioso.

En este ámbito destacó que se cuenta con un cierto número de principios que pueden ser muy útiles en el diálogo que los cristianos están llamados a promover a nivel de las parroquias, escuelas y de la sociedad en general. El presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso destacó además que no obstante las divisiones, los valores que los cristianos proclamamos, deben ser también factores de comunión para la sociedad porque el diálogo interreligioso no es diálogo entre las religiones, sino diálogo entre los creyentes y por tanto en la familia, en la escuela, en la vida cultural, añadiendo que estos valores cristianos, que son promovidos por diversas Iglesias cristianas o por comunidades cristianas, pueden ser de inspiración y mostrar cómo es posible vivir la unidad en la diversidad.

Sobre el documento titulado “Testimonio cristiano en un mundo multi-religioso. Recomendaciones para un Código de conducta” el cardenal Taurán destacó que tras cinco años de trabajos para su elaboración inicialmente hubo problemas para comprender qué tipo de documento habría sido, si un documento teológico o un documento pastoral. Al final, explicó, que se optó por la segunda alternativa y por tanto por un documento más concreto.

Sobre los encuentros previos para el borrador de este documento el cardenal Taurán destacó que hubo varias reuniones en las que participaron además de cristianos, musulmanes, judíos, budistas, entre otros. La última se realizó en Bangkok el pasado mes de enero. Lo que significa que se trató de un trabajo bastante difícil porque era necesario plantear en modo esquemático las diversas tradiciones teológicas, el vocabulario, los diversos términos y el sentido de las palabras, porque en ocasiones la misma palabra no tiene el mismo significado en una religión o en la otra.

El documento insiste sobre la importancia de la libertad religiosa que es un tema muy querido por el Santo Padre, y sobre esta cuestión existe una gran ambigüedad, de hecho, la libertad de religiosa es mucho más que la libertad de culto. La libertad de culto es tener un templo para practicar la propia religión, y esto es lo mínimo. Sobre la libertad religiosa añadió que ésta representa una dimensión social: los creyentes, de cualquier religión, deben poder contribuir al bien de la sociedad, participando en el diálogo público y mediante el compromiso político, cultural y en todos los campos de la vida social. Y en materia existen muchas dificultades.

El presidente del dicasterio para el Diálogo Interreligioso observó que el documento no trata de la conversión, porque la conversión es el encuentro de dos libertades: la libertad de Dios y la libertad del hombre y en eso nadie puede intervenir. Este es el gran misterio. La conversión forzada no tiene ningún valor para nosotros. El diálogo interreligioso es mirarnos, escucharnos, comprendernos y poner todo aquello que tenemos en común a disposición de la sociedad por el bien común.

PJ







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