Almuerzo fraternal del Papa con los cardenales con motivo del aniversario de su ordenación:
“60 años en los que casi todo ha cambiado pero ha permanecido la fidelidad del Señor”
Viernes, 1 jul (RV).- A la una de la tarde, el Santo Padre ha almorzado en la sala
Ducal con los cardenales que se encuentran actualmente en Roma, con motivo del 60
aniversario de su ordenación sacerdotal. Al final del almuerzo el cardenal Angelo
Sodano, decano del Colegio cardenalicio ha subrayado que son pocos los Papas que han
llegado al 60 aniversario del sacerdocio, y con esta ocasión los purpurados le han
ofrecido un donativo de 50 mil euros para los pobres de la ciudad, considerando las
urgentes necesidades de tantos romanos, inmigrantes y refugiados.
Benedicto
XVI ha agradecido este gesto destinado a los pobres “que necesitan nuestra ayuda,
nuestra asistencia y nuestro amor”. El Pontífice ha definido este momento como “una
hora de gratitud al Señor, por todo lo que me ha donado y perdonado en estos años,
pero también un momento dedicado al recuerdo”. De esta forma el Papa ha recordado
cómo en 1951 “el mundo era totalmente distinto, no había televisión, ni internet,
no había ordenadores, ni teléfonos móviles”. Un mundo prehistórico –ha precisado el
Santo Padre- donde las ciudades estaban destruidas, igual que la economía, y una gran
pobreza material y espiritual. Sin embargo el Papa ha subrayado la existencia, al
mismo tiempo, de “una poderosa energía y voluntad de reconstruir el país, renovar
la comunidad europea sobre la base de la fe”.
También ha recordado el Papa
el posterior momento del Concilio Vaticano II, “donde todas estas esperanzas parecían
realizarse” y el momento de la revolución cultural del 68, “años difíciles en los
que la barca del Señor parecía llenarse de agua y estar a punto de hundirse”. Finalmente
Benedicto XVI ha regresado con la memoria a la “hora totalmente inesperada del 19
de abril de 2005, cuando el Señor me ha llamado para otra labor”. En estos 60 años
–ha precisado el Santo Padre- casi todo ha cambiado, pero ha permanecido la fidelidad
del Señor”.