El Papa recomienda a los prelados indios dar ejemplo a los fieles de “santidad, amistad
y armonía entre los obispos y sus sacerdotes” para superar las barreras de las castas
y las etnias
Viernes, 17 (RV).- Santidad, amistad y armonía entre los obispos y sus sacerdotes
como ejemplo para que los fieles viven el nuevo mandamiento del amor. Es la recomendación
de Benedicto XVI a los obispos de la Conferencia Episcopal de la India a quienes recibió
esta mañana en audiencia. El Santo Padre invitó a los sacerdotes a testimoniar un
amor recíproco que supere las barreras de las castas y las etnias. En este sentido
el Papa subrayó que los lazos de amor fraterno y de interés recíproco entre obispos
y sacerdotes son la “base para superar cualquier tensión que pueda surgir” y la mejor
forma de promoción de las condiciones más propicias en el servicio del pueblo de Dios,
“edificándolo espiritualmente, guiándole a conocer el propio valor y asumir su propia
dignidad de pueblo de Dios”.
También están
llamados a gobernar en la caridad por medio de una vigilancia prudente en sus capacidades
legislativas, ejecutivas y judiciales (Cf. Código de Derecho Canónico, 384-394).
En este papel delicado y exigente, el obispo, como pastor y padre, debe congregar
y formar a toda la familia de su grey, de modo que todos, conscientes de sus deberes,
vivan y obren en unión de caridad (Cf. Christus Dominus, 16).
Benedicto
XVI ha recomendado a los obispos indios que aseguren “una sólida formación humana,
espiritual y teológica” de los sacerdotes y religiosos. Y también subrayó que por
su ministerio Dios los ha elegido para consolidar a su pueblo, para servirlo independientemente
de que sus miembros sean jóvenes o ancianos; hombres o mujeres; ricos o pobres. Porque
el Señor, mediante el derramamiento de su sangre, desea rescatar a las personas de
todas las naciones y lenguas. Antes de finalizar su discurso el Pontífice dedicó un
elogio especial a los misioneros y religiosos, y en particular a las consagradas
por su compromiso con los más necesitados.