Piratería marítima: un drama de secuestros que nace de la desigualdad y la explotación
Jueves 26 may (RV).- El Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes
hizo enérgico llamamiento “a los gobiernos y a las organizaciones internacionales
para que activen tempestivamente canales oportunos para facilitar el regreso de los
marinos secuestrados, sanos y salvos. Igualmente, deben encontrar soluciones a este
problema, partiendo de las raíces profundas del fenómeno, como por ejemplo, la desigualdad
en la distribución de los bienes entre los país y la explotación de los recursos naturales”.
La
declaración del dicasterio nace de las noticias recientes sobre el drama de los marinos
secuestrados por piratas, una tragedia que ya, desde el encuentro, en febrero, de
los Coordinadores regionales del Apostolado del Mar, revelaba que el fenómeno está
en aumento llegando a tocar su punto máximo en 2010, con 445 ataques, 53 barcos secuestrados
y 1 181 marítimos capturados. Según la nota, en este año han sido denunciados 214
nuevos episodios, con 26 barcos y 522 marinos actualmente rehenes de los piratas.
Al
afirmar que es evidente que el fenómeno tiende a aumentar, el dicasterio para los
emigrantes e itinerantes piden además a los navieros que adopten medidas preventivas
para garantizar la seguridad no sólo de las naves y de su carga, sino también de los
marineros. “En el trágico caso de un secuestro deben tener una actitud de apertura
y de sostén para las familias de los secuestrados y garanticen su asistencia inmediata
para reducir los efectos traumáticos a largo plazo.
Los encargados de la pastoral
del Apostolado del Mar se dirigen a los marineros secuestrados para animarlos a no
perder la esperanza de reunirse pronto con sus seres queridos y a permanecer fuertes
en la fe, mientras que a sus familiares recomienda frecuentar los Centros Stella Maris
donde podrán encontrar un “puerto seguro” de consuelo, asistencia y un faro de esperanza.
Por último, el Pontificio Consejo para la pastoral de los emigrantes e itinerantes
exhorta a los piratas a poner fin a sus acciones criminales, a tomar conciencia del
gran drama que provoca a los marineros y sus familias y que los traten con respeto
y humanidad.