“Oración, misterio y deseo” el título del editorial de nuestro director el P. Federico
Lombardi
Sábado, 13 may (RV)-. “Oración, misterio y deseo” el título del editorial de nuestro
director el P. Federico Lombardi dedicado al nuevo ciclo de catequesis iniciadas
por el Papa que hablan de la oración. Escuchar:
No se trata
de un argumento trillado. No lo es porque el contexto materialista y secularizado
en el que vivimos, y el movimiento frenético, tienden a marginar la dimensión de la
reflexión y de la contemplación de nuestra vida y también aquella de la oración.
El
Padre Lombardi estima el valor de estas catequesis sobre la oración recordando que
suele suceder, que en muchos ambientes cristianos hablamos de oraciones y de oración,
buscando las “fórmulas” y sin embargo muy raramente descendemos a mayor profundidad,
hasta donde se pone por delante a Dios, y en relación con Él, el corazón de nuestra
persona y de nuestra vida.
No es un tema gastado sino que captura una espera
difundida y universal “desde el hombre digital hasta el de las cavernas”: no en vano
–destaca el portavoz vaticano- estas primeras intervenciones del Papa han suscitado
un gran interés. El jesuita Padre Lombardi recuerda en su editorial de hoy que el
Santo Padre ha tomado los movimientos de la oración, presente desde siempre en todas
las civilizaciones y culturas, con algunas espléndidas citaciones culminantes en el
sublime “Himno” atribuido a Proclo y dirigido al que “está más allá de todo”.
Y
cita estrofas: “No puedes ser abarcado por ninguna inteligencia. Todo lo que pensamos
te pertenece. A ti, oh inefable, que nuestras almas sienten presente elevamos un himno
silencioso”, para añadir que orar es comprender y sentir que Dios es Otro y misterioso,
pero que al mismo tiempo en lo más profundo del alma se esconde una “sed de infinito,
una nostalgia de eternidad, un deseo de amor, una necesidad de luz y de verdad, que
nos impulsan hacia lo Absoluto”, en una palabra “el deseo de Dios”.
Estas
son las dos premisas esenciales que van redescubiertas en toda su verdad y fuerza
antes de dirigirse a Jesús para encontrar personalmente el verdadero Dios a través
de él. Misterio y deseo. Este es el terreno común de la humanidad que reza, sobre
el que puede caer y convertirse en fructífera la preciosa semilla de la oración cristiana,
concluye en su editorial el Padre Federico Lombardi.