2011-05-09 12:41:42

El Papa invita a los docentes y alumnos de la Universidad Católica del Sagrado Corazón a dar gracias a Dios por el desarrollo de este ateneo italiano, que ayer celebró su 87ª Jornada nacional


Lunes, 9 may (RV).- Impulsar la humildad y la fuerza de la verdad para construir una sociedad justa. Indicando las figuras ejemplares de los beatos Juan Pablo II y John Henry Newman y los profundos lazos que éstos mantuvieron con el mundo universitario - impulsando la razón y la fe, en la investigación y la contemplación, que culmina en el encuentro personal con Cristo - Benedicto XVI invita a los docentes y alumnos de la Universidad Católica del Sagrado Corazón a elevar su agradecimiento a Dios, por el importante desarrollo de este ateneo italiano, que ayer celebró su 87ª Jornada nacional.

En un mensaje enviado en su nombre, por el Cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone, el Papa señala que espera con alegría la fecha del 21 de este mes de mayo, cuando recibirá en audiencia al rector y a la gran familia de este ateneo de los católicos italianos, fundado el 8 de mayo de hace 90 años.

Citando el lema elegido para esta jornada, «En el corazón de la realidad», inspirado en una expresión de su fundador, el Padre Agostino Gemelli, Benedicto XVI señala su importancia en la acción de todo cristiano y de la comunidad eclesial y, en particular, en lo que respecta a la universidad, «ámbito en el que, por excelencia se ejerce el estudio y la investigación, para profundizar el conocimiento de la realidad y prepararse a actuar en ella».

«Precisamente por este motivo, Su Santidad Benedicto XVI lleva en su corazón al mundo universitario», reitera el Cardenal Bertone, añadiendo que ante el notable desarrollo de esta universidad – cinco sedes, 14 facultades y más de 42 mil alumnos - el Papa «invita a la acción de gracias a Dios, reconociendo que todo lo alcanzado proviene de su sabiduría y providencia».

«Actitud de fe que debe animar y acompañar toda verificación sobre el pasado, todo compromiso en el presente y todo proyecto futuro», reitera el Santo Padre, que luego indica las figuras ejemplares, que la Iglesia ha elevado al honor de los altares recientemente y que han tenido estrechos y fructuosos lazos con el mundo universitario. Los beatos John Henry Newman y Juan Pablo II. En particular, a su amado Predecesor, Benedicto XVI le encomienda «con particular afecto a los estudiantes». Y recuerda la solicitud pastoral universitaria del beato Karol Wojtyla, reflejo de su experiencia vivida en los años de su juventud, como sacerdote y docente.

Luego, a cuantos están llamados a gobernar y administrar el Ateneo, Benedicto XVI les propone la figura luminosa del Venerable Giuseppe Toniolo, que será beatificado próximamente, y al que está dedicado el ente fundador de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, el Intitulo de Estudios Superiores, «que desde siempre asegura, en estrecha dependencia de la santa Sede, la orientación de fondo de este Ateneo, en fidelidad a sus orígenes».

El mensaje asegura que «el Sumo Pontífice se une con gusto a la presidencia de la Conferencia Episcopal Italiana, subrayando cómo el papel de las universidades y, en particular, el de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, adquiere particular relieve en el marco del especial compromiso educativo, que caracteriza las actuales orientaciones pastorales de la Iglesia en Italia».

«‘Educar a la vida buena del Evangelio’ es una tarea y misión que se puede cumplir de múltiples modos, según los diversos ámbitos», recuerda el Papa y añade que «ciertamente uno de éstos, con sus específicas finalidades y métodos es el del mundo universitario, que acoge cada año a miles de jóvenes, cuya apertura a la Verdad depende, en especial, de la calidad espiritual y cultural de la propuesta formativa que reciben en las aulas que frecuentan cotidianamente».

Tras hacer hincapié en que el servicio educativo de la universidad pasa por la seriedad del trabajo científico, la preparación al estudio metódico y la pasión por la investigación, la propuesta de los criterios filosóficos fundamentales, concernientes a la visión de la persona humana y sus relaciones con los demás, con el mundo y con Dios», Benedicto XVI señala que los jóvenes estudiantes de la Católica se distinguen por su capacidad de mantener enlazadas la razón y la fe, la investigación racional la contemplación del misterio revelado en el libro de la naturaleza y en el de la Escritura, pero que culmina de forma singular en el Logos hecho hombre, Jesucristo».

Recordando que al Sagrado Corazón de Cristo está dedicada esta Universidad de los católicos italianos, el Santo Padre concluye su mensaje, reiterando que, precisamente en el corazón de nuestro Señor, «lo real alcanza su máxima concentración y su trasfiguración», puesto que en aquel Corazón humano habita toda la plenitud de la divinidad. A partir de una relación personal con Cristo, reconocido como Verdad capaz de responder plenamente, aún más, de forma excedente, a las perennes solicitudes del alma humana, todo docente y todo alumno de este ateneo puede aportar su válida contribución a la construcción de la sociedad, con la humildad y la fuerza de la verdad».

Junto con su Bendición Apostólica, concluye el mensaje firmado por el Cardenal Secretario de Estado, el Papa envía asimismo una contribución destinada a sostener el citado ateneo y sus iniciativas.








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