Domingo, 1 may (RV).- Hoy, en el mundo
los católicos de todas las culturas y lenguas, estamos unidos espiritualmente en
comunión ante la buena noticia, la gran noticia para la Iglesia Universal, para el
mundo laico, para el mundo es: Juan Pablo II, el grande es Beato. El Papa que marcó
la vida de la Iglesia en todo el mundo será celebrado a partir de ahora el 22 de octubre
y la ovación ha resonado en particular en el corazón de la Iglesia Católica, la Plaza
de San Pedro, en todo el mundo que ha seguido este momento a través de los numerosos
medios de comunicación. El Papa que ha marcado la vida de la Iglesia introduciéndola
al tercer milenio pero en particular la vida de la Iglesia en América Latina.
Con
un flujo extraordinario de fieles para la beatificación de Juan Pablo II, la Plaza
de San Pedro alcanzó desde las primeras horas de esta mañana, el lleno completo, oficialmente
a las 5 de la mañana se abrieron las puertas de la Plaza vaticana, aunque numerosos
fieles durmieron en las banquetas y calles aledañas a la zona de del Vaticano para
garantizarse un lugar próximo a la gran Plaza de San Pedro.
La avenida de
la Conciliación la Plaza Pío XII, la Plaza del Resurgimiento, todas las calles aledañas
en un radio circunferencial de medio kilómetro se vieron repletas de fieles peregrinos
procedentes de todo el mundo que con profunda devoción han querido estar presentes
en un momento tan particular.
Antes de la celebración de la misa, el rezo de
la Divina Misericordia en diversos idiomas. La afluencia que hoy ha acontecido en
la Ciudad eterna ha sido definido como la llegada de una “marea humana”, que no pudiendo
llegar hasta el principal punto de encuentro la sede catolicismo mundial, han seguido
en 14 pantallas de televisión gigantes este momento tan particular para la vida de
la Iglesia universal. Desde el Circo Massimo, hasta Santa María la Mayor, San Juan
de Letrán, y San Pablo Extramuros. Las Fuerzas del orden los más de 3.500 voluntarios
y los encargados del servicio de asistencia han trabajado arduamente desde ayer para
garantizar las mejores condiciones para los miles de peregrinos. Inclusive desde el
aeropuerto Leonardo da Vinci, fuera de Roma, ha sido posible asistir a esta magna
ceremonia de beatificación del Papa Juan Pablo II, a través de la pantalla gigante
colocada en una de las terminales de este aeropuerto.