Vigilia Circo Massimo: en su oración a María, el Papa pide a la madre de Jesús que
nos enseñe a reconocer el rostro de Cristo en los débiles, los que sufren, los marginados
y los pobres
Sábado, 30 abr (RV).- La Vigilia en el Circo Massimo de Roma concluyó con la oración
final de Benedicto XVI y su bendición a los fieles presentes. Una oración en la que
el Santo Padre ha pedido a María que nos enseñe a “llevar con humildad nuestra cruz
y estar contigo ante la Cruz de Cristo- ante los débiles, los que sufren, los marginados,
los pobres y a conocer en sus rostros el rostro de Cristo”.
ORACIÓN
COMPLETA
Ave María, Mujer pobre y humilde, bendecida por
el Altísimo. Vírgen de la esperanza, profecía de los tiempos nuevos, nosotros
nos unimos a tu canto de alabanzas para celebrar las misericordias del Señor, para
anunciar la venida del Reino de Dios y la plena liberación del hombre.
Ave
María, humilde sierva del Señor, gloriosa Madre de Cristo. Virgen
fiel, demora santa del Verbo, enséñanos a perseverar en la escucha de la
Palabra, a ser dóciles a la voz del Espíritu, atentos a sus llamados
en la intimidad de la conciencia y a sus manifestaciones en los eventos
de la historia.
Ave María, Mujer del dolor, ¡Madre de los
que viven Virgen esposa ante la Cruz, Eva nueva, sé nuestra guía
en los caminos del mundo, enséñanos a vivir y a defender el amor de Cristo, a
llevar con humildad nuestra cruz y estar contigo ante la Cruz de Cristo-
ante los débiles, los que sufren, los marginados, los pobres y
a conocer en sus rostros el rostro de Cristo. Ave
María, Mujer de la fe, antes que los discípulos¡ Virgen Madre
de la Iglesia, ayúdanos siempre a dar razón de la esperanza que hay en
nosotros, confiando en la bondad del hombre creado por Dios a su imagen
y en el amor del Padre. Enséñanos a renovar el mundo desde adentro: en
la profundidad del silencio y de la oración, en la alegría del amor fraterno,
en la fecundidad insustituible de la Cruz.
Santa María, Madre
de los creyentes, ruega por nosotros.