2011-04-21 17:16:46

En la inminencia del Triduo Pascual el Papa invita a preparar interiormente las celebraciones de la pasión, muerte y resurrección de Cristo


Miércoles, 20 abr (RV).- También hoy el Señor nos dice con dulzura: ‘Quedaos aquí y velad conmigo (Mt 26, 38). Y también nosotros, discípulos de hoy, a menudo dormimos. Como es tradicional, en este día que precede el Triduo Pascual, el Santo Padre ha centrado su catequesis de la audiencia general, en la Plaza de San Pedro, en el significado de los ritos que son el fulcro del Año Litúrgico. El Papa ha recordado que en el momento de la prueba extrema, Jesús se encomienda totalmente a Dios y así vence las tentaciones del Mal.

Jesús nos invita en todo momento a estar en vela contra el mal, encomendándonos totalmente al Amor de Dios, ha reiterado Benedicto XVI, haciendo hincapié en que el amor entre el Hijo y el Padre es garantía de salvación para todo hombre. En la víspera de los tres días en los que la Iglesia hace memoria del misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor, el Papa ha invitado a los cristianos al sacramento de la Reconciliación, para poder participar con mayor fruto en la Santa Pascua. Y ha señalado que después de la Misa Crismal, la mañana del Jueves Santo, el Triduo Pascual comienza efectivamente, por la tarde, con la memoria de la Última Cena:

«Pronunciando la bendición del pan y del vino, Él anticipa el sacrificio de la cruz y manifiesta la intención de perpetuar su presencia en medio de los discípulos: bajo las especies del pan y del vino, Él se hace presente de modo real con su cuerpo donado y con su sangre derramada» RealAudioMP3

Tras subrayar cómo con el lavatorio de los pies a los Apóstoles, Jesús nos invita a amarnos como Él nos amó a nosotros, el Papa ha dirigido su pensamiento a la agonía del Señor en el Huerto de Getsemaní, evocando la exhortación de Jesús a los discípulos, pidiéndoles que velen con Él, que nunca se queden insensibles ante el mal. Exhortación que nos concierne a todos, aún hoy:

«Esta llamada a la vigilancia concierne en la actualidad precisamente a este momento de angustia y de amenaza en la cual llega el traidor. Pero concierne también a toda la historia de la Iglesia. Es un mensaje permanente para todos los tiempos, porque la somnolencia de los discípulos no es sólo el problema de aquel momento, es el problema de toda la historia» RealAudioMP3

Una vez más, Benedicto XVI ha destacado la total entrega de Jesús a la voluntad de Dios, que vence toda tentación del Maligno. En Getsemaní y en la Cruz, es el amor entre el Hijo y el Padre el que nos salva:

«El criterio que guió toda opción de Jesús durante toda su vida fue su firme voluntad de amar al Padre y de serle fiel. Esta decisión de corresponder a su amor lo impulsó a abrazar, en cada circunstancia, el proyecto del Padre y a asumir como propio el diseño de amor encomendado, de recapitular todo en Él, para reconducir todo a Él» RealAudioMP3

Resumiendo su catequesis de este Miércoles Santo, también en español, Benedicto XVI ha hecho hincapié en el camino litúrgico de esta Semana Mayor, que culmina, cuando la noche del Sábado Santo, - durante la solemne Vigilia Pascual - el silencio quedará roto por el canto del Aleluya. Himno de júbilo que anuncia la resurrección de Cristo y proclama la victoria de la luz sobre las tinieblas, de la vida sobre la muerte.

Éstas eran las palabras del Santo Padre, invitando a los fieles de nuestra lengua a prepararnos a vivir intensamente estos días santos, que revelan el amor de Jesús y su misterio pascual

Queridos hermanos y hermanas:
En la inminencia del Triduo Pascual, quisiera invitaros a preparar interiormente las celebraciones de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. El Jueves Santo se bendicen los óleos para el Bautismo, la Confirmación, la Ordenación sacerdotal y la Unción de los Enfermos, indicando así cómo la gracia salvadora de los sacramentos nace del misterio Pascual de Cristo. Por la tarde, se conmemora la última cena de Jesús, en la que instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio, entregándose a sí mismo bajo las especies del pan y el vino, gesto que los Apóstoles debían repetir, haciéndolos así ministros de su presencia entre los discípulos de todos los tiempos. La adoración al Santísimo manifiesta que el Maestro nunca nos abandona, como el Padre no lo abandonó a Él en la angustia de Getsemaní. El Viernes Santo escuchamos la Pasión, adoramos la Cruz y el corazón traspasado de Jesús, del que mana agua y sangre, y que muestra el infinito amor de Dios por los hombres. En la Vigilia Pascual celebramos a Cristo que vence a la muerte y nos da la verdadera vida, recibida en el Bautismo. En estas celebraciones podremos asomarnos a la intimidad de Jesús y a su voluntad firme de amar al Padre y serle fiel en todo, y aprender así de Él a imitarle en nuestra vida.

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, especialmente a los participantes en el encuentro UNIV, así como a los venidos de Argentina, Colombia, Ecuador, España, México y otros países latinoamericanos. Que la Virgen María nos enseñe a todos a acompañar en estos días a su Hijo, en los momentos decisivos de su misterio redentor RealAudioMP3








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