Benedicto XVI alienta a Croacia a defender las raíces cristianas frente a las amnesias
históricas tan de moda y contrarias a la verdad, al derecho natural, a la familia
y a la moralidad
Lunes, 11 abr (RV).- Con sus mejores deseos de bienestar y de paz, Benedicto XVI alienta
a Croacia a preservar las raíces cristianas, que han conformado su historia y su identidad
religiosa y cultural. Esta mañana, el Papa ha dado su cordial bienvenida a Filip Vucak,
nuevo embajador de esta amada nación, que tendrá la alegría de visitar los días 4
y 5 de junio, de este año, durante la visita pastoral, que tendrá como lema «Juntos
en Cristo».
Ante la próxima integración de Croacia en la Unión Europea, el
Santo Padre ha hecho hincapié en que esta integración se debe realizar en el respeto
pleno de las características croatas, de su vida religiosa y de su cultura. Pues «sería
ilusorio querer renegar de su propia identidad para alcanzar otra, que ha nacido en
circunstancias tan diferentes de las que dieron vida verdaderamente a esta nación».
Alentando a este país a no considerar su ingreso en la Unión Europea sólo
en lo que concierne al sistema económico y jurídico - con sus ventajas, pero también
con sus límites - Benedicto XVI ha recordado que Croacia podrá aportar una destacada
contribución y que «no hay que tener miedo de reivindicar con determinación el respeto
de la propia historia e identidad religiosa y cultural».
«Ante la asombrosa
regularidad de aquellas voces que contestan las raíces religiosas europeas» y ante
la «moda amnésica que niega las evidencias históricas», el Papa ha reiterado, una
vez más, que «afirmar que Europa no tiene raíces cristianas equivale a pretender afirmar
que un hombre puede vivir sin oxígeno y sin alimentos».
«No hay que avergonzarse
de recordar y sostener la verdad, rechazando, si es necesario, todo lo que está en
contra de la misma verdad», ha reafirmado Benedicto XVI, añadiendo que está seguro
de que Croacia «sabrá defender su propia identidad con convicción y con orgullo, evitando
los nuevos escollos que se presentan y que, con el pretexto de una libertad religiosa
malentendida, son simplemente contrarios al derecho natural, a la familia y a la moralidad».
Tras
destacar el 20 aniversario de la independencia de Croacia, este año, y que el próximo
se cumplirán dos decenios del establecimiento de las armoniosas y serenas relaciones
diplomáticas con la Santa Sede, Benedicto XVI ha reiterado la especial solicitud de
la Iglesia hacia el pueblo croata. Con gran satisfacción, el Papa ha subrayado que
el parlamento de este país ha proclamado este 2011 - ‘Año Boscovich’ - con motivo
del 300 aniversario del nacimiento de este jesuita y sabio croata, que se distinguió
como físico, astrónomo, matemático, arquitecto, filósofo y diplomático. Y «cuya existencia
demuestra la posibilidad de hacer vivir en armonía la ciencia y la fe, el servicio
a la patria y el compromiso en la Iglesia».
Felicitando asimismo a Croacia
por su interés en que los croatas en Bosnia y Herzegovina puedan cumplir el papel
que les corresponde, como uno de los tres pueblos de este país, y constatando el anhelo
de paz y sana colaboración con los otros pueblos de su región, el Santo Padre ha recordado
también los cuatro acuerdos firmados con la Santa Sede, junto con el compromiso de
esta nación en favor de la libertad religiosa y del respeto de la misión específica
de la Iglesia.
Esperando con gran alegría su viaje a este país, que el venerable
Juan Pablo II visitó tres veces y que, él mismo visitó en varias oportunidades, siendo
prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Papa ha destacado el lema
de su visita pastoral «Juntos en Cristo». Juntos a pesar de las diferencias, juntos
con las diferencias. Juntos en Cristo, que acompaña al pueblo croata con bondad y
misericordia, desde hace siglos.