“El mundo tiene necesidad de paz y de creyentes que sean pacificadores”. Lo dice Benedicto
XVI en la Audiencia General de este miércoles
Miércoles, 23 mar (RV).- “El mundo tiene necesidad de paz y de creyentes que sean
pacificadores”. Lo ha dicho esta mañana Benedicto XVI durante la Audiencia General,
la primera que el Papa ha celebrado este año en la plaza de san Pedro. El Santo Padre
ha centrado su catequesis en la figura de san Lorenzo de Brindisi, insigne doctor
de la Iglesia del siglo XVI y gran evangelizador, que enseñaba a los cristianos de
su tiempo a defender el mensaje de Cristo “de la indiferencia religiosa”.
San
Lorenzo de Brindisi sacerdote capuchino nacido en 1559 en esta ciudad del sur de Italia
fue un “políglota notable y un predicador incansable. Sabía cómo exponer con claridad
y dulzura los fundamentos bíblicos y patrísticos sobre la fe, puestos en discusión
por Martín Lutero”. Contribuyó asimismo en gran medida a la profundización y a la
renovación de la vida cristiana de todos, llamando a la coherencia en la vida con
la fe profesada. A pesar de sus múltiples cargos, pasaba mucho tiempo retirado en
oración e invitaba a los sacerdotes y a los seminaristas a hacer lo mismo.
"Si
no estamos interiormente en comunión con Dios, no podremos dar nada a los demás",
decía San Lorenzo de Brindisi. Hijo de san Francisco de Asís, fue un verdadero artesano
de la paz. “Incluso hoy en día, todos los que creen en Dios deberían ser pacificadores
como él” - ha señalado el Papa. “No existe un cristiano digno de este nombre que no
sea un hombre de paz. Y no existe una época en la cual este preciso testimonio cristiano
no sea necesario”.
Doctor de la Iglesia, Lorenzo, es el autor de numerosas
obras exegéticas y teológicas. En sus libros presenta armoniosamente la historia de
la Salvación que culmina en la Encarnación, en la que subraya el papel único de la
Virgen María. “Queridos amigos, - ha terminado diciendo el Santo Padre -, toda la
vida y la actividad de San Lorenzo de Brindisi se inspiraron en su amor y conocimiento
de la Sagrada Escritura. Para él, la escucha y acogida de la Palabra de Dios producen
una transformación interior que conduce a la santidad.
Escuchemos seguidamente,
el resumen que de su catequesis, ha hecho el Santo Padre en español para los fieles
y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro:
Queridos
hermanos y hermanas:
La catequesis de hoy está dedicada al insigne doctor
de la Iglesia san Lorenzo de Brindis, que vivió entre mil quinientos cincuenta y nueve
y mil seiscientos diez y nueve. Huérfano de padre a los siete años, es confiado por
su madre al cuidado de los frailes Conventuales. Posteriormente, entra en la Orden
de los Capuchinos y es ordenado sacerdote en mil quinientos ochenta y dos. Adquiere
un gran conocimiento de las lenguas antiguas y modernas, lo cual le permite llevar
un intenso apostolado. Predicador infatigable, fue exponente claro y sereno de los
fundamentos bíblicos y patrísticos de todos los artículos de la fe. En la Orden de
los Capuchinos, fue profesor de teología, maestro de novicios, ministro provincial,
definidor general y ministro general. Destacó así mismo como escritor elocuente de
exégesis bíblica y mariología. En su predicación exhorta a llevar una existencia coherente
con la fe que se profesa. Ejerció con acierto, en medio de tanto trabajo, una vida
espiritual de gran fervor, dando prioridad a la plegaria y a la celebración de la
Santa Misa. Por su autoridad moral fue consejero buscado y escuchado, tanto por Sumos
Pontífices como por príncipes católicos, que le confiaron importantes misiones diplomáticas
en favor de la paz.
Y estos fueron sus saludos a los peregrinos presentes
esta mañana en la Plaza de San Pedro:
Saludo
cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes
de España, Ecuador, Perú, Argentina, México y otros países latinoamericanos. Os invito
a que, siguiendo el ejemplo de San Lorenzo de Brindis, escuchéis y acojáis la Palabra
de Dios, para que os dejéis transformar interiormente y, así, cada una de vuestras
acciones tenga al Señor como su inicio y tienda a él como a su fin. Muchas gracias.
Saludando
en lengua polaca a los peregrinos presentes en la audiencia Benedicto XVI les ha recordado
que “la Cuaresma nos llama a la mortificación y a la penitencia para poder participar
en mayor medida de los sufrimientos de Jesús y de Su agonía. “Una ocasión propicia
para la reflexión y para poder hacer un examen de conciencia, nos lo ofrecen los ejercicios
espirituales de Cuaresma”, ha explicado el Papa. “Expreso mi alegría por el hecho
de que en Polonia participéis en ellos con tanto entusiasmo”. “Que los ejercicios
os ayuden a renovar la vida espiritual y a estar más cercanos a Dios. Os bendigo de
todo corazón a todos”.
Como siempre el Santo Padre, antes de finalizar la audiencia
se ha dirigido a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados. Queridos amigos,
que el tiempo de Cuaresma sea ocasión propicia para llevar acabo en la existencia
cotidiana, según las diversas situaciones en las que cada uno se encuentra, los mismos
sentimientos del Salvador, que por nosotros ha dado la vida en la cruz, encontrando
consuelo y ayuda en su sacrificio ofrecido por la salvación de toda la humanidad.