El cardenal Sandri invita a los pastores de la Iglesia a apoyar a los cristianos de
Tierra Santa
Lunes, 21 mar (RV).- Esta mañana se publicó la carta del cardenal Leonardo Sandri,
prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales y de Mons. Cyril Vasil’,
arzobispo secretario del dicasterio a propósito de la Colecta del Viernes Santo, (el
próximo 22 de abril), con la que recuerda el compromiso que se remonta hasta la época
apostólica. Lo atestigua San Pablo, escribiendo a los cristianos de la Galacia: nos
pidieron que nos acordásemos de los pobres, cosa que procuré yo cumplir con mucha
solicitud (2, 10). Y lo confirma escribiendo a los hermanos de Corinto y de Roma:
han tenido a bien hacer una colecta a beneficio de los pobres de entre los santos
de Jerusalén (15, 25-26).
Tierra Santa confía en la fraternidad de la Iglesia
universal y desea corresponder a ella comunicando la experiencia de gracia y de dolor
que marca su camino. Quiere reconocer, ante todo, la gracia del Sínodo de los Obispos
para Oriente Medio y de la visita papal a Chipre. Estos acontecimientos han aumentado
el interés del mundo y el nuevo aflujo de tantos peregrinos sobre las huellas históricas
del Señor Jesús. Pero siente también el dolor provocado por el incremento de las violencias
contra los cristianos en las regiones orientales, cuyas consecuencias se manifiestan
intensamente en Tierra Santa.
Y leemos: “los cristianos de Oriente experimentan
la actualidad del martirio y sufren por la inestabilidad o por la ausencia de paz.
La señal más preocupante sigue siendo su imparable éxodo. Y, en efecto, algún signo
positivo en ciertas situaciones, no resulta suficiente para invertir la dolorosa tendencia
de la emigración cristiana, que empobrece toda el área al quedar privada de sus fuerzas
más vitales, constituidas por las generaciones jóvenes”.
Por ello nos corresponde
unirnos al Santo Padre para animar a los cristianos de Jerusalén, Israel y Palestina,
de Jordania y de los países orientales circunstantes, con sus mismas palabras: Nunca
debemos resignarnos a la falta de paz. La paz es posible. La paz es urgente. La paz
es la condición indispensable para una vida digna de la persona humana y de la sociedad.
La paz es también el mejor remedio para evitar la emigración de Oriente Medio.
La
presente llamada a la Colecta se inscribe en la causa de la paz, a la que los hermanos
y las hermanas de Tierra Santa quieren servir como instrumentos eficaces en las manos
del Señor, para bien de todo el Oriente.