Benedicto XVI aprueba el decreto de beatificación de Juan Pablo II que subirá al honor
de los altares el próximo domingo 1 de mayo en una solemne ceremonia presidida por
el Papa en el Vaticano
Viernes, 14 ene (RV).- Juan Pablo II será beatificado el próximo primero de mayo,
primer domingo después de Pascua: domingo de la Misericordia, la misma fiesta en la
que falleció. La solemne ceremonia en el Vaticano será presidida por Benedicto XVI.
La fecha ha sido oficializada esta mañana, con la firma por parte del Pontífice del
decreto de Beatificación de su Predecesor, y en cual figuran también los nombres de
los próximos candidatos al honor de los altares. Para facilitar la beatificación,
Benedicto XVI derogó, en su día, las normas canónicas que prevén que se esperen 5
años después de la muerte para abrir un proceso. El anuncio fue acogido con júbilo
entre los fieles, donde aún sigue vivo el grito "santo súbito" (santo ya) que decenas
de miles de personas corearon durante la misa exequial en la plaza de san Pedro.
Para
permitir una mayor afluencia de fieles, ha señalado esta mañana el director de la
Oficina de prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, los restos mortales
del Papa Wojtyla serán trasladados días antes de la beatificación desde las Grutas
Vaticanas (en la cripta de la basílica de San Pedro), donde está enterrado, a una
capilla del templo.
El ataúd del siervo de Dios será colocado bajo el altar
de esa capilla, que se encuentra justo en la parte derecha del templo, entrando a
la basílica de San Pedro, entre la que acoge a la "Piedad", de Miguel Ángel, y la
Capilla del Santísimo. El padre Lombardi, ha dicho que el ataúd no será abierto, sino
trasladado directamente desde las grutas vaticanas a la capilla de San Sebastián,
que ya aparece cubierta con una gran lona y han comenzado los trabajos de restauración.
Con la aprobación por parte de Benedicto XVI del decreto de este milagro atribuido
gracias a la intercesión del Siervo de Dios Juan Pablo II (dos meses después de su
muerte, con la curación inexplicable de una religiosa que sufría Parkinson, la misma
enfermedad de la que murió el Pontífice), el siervo de Dios Karol Woitila será beatificado
6 años después de su fallecimiento el 2 de abril de 2005. La Iglesia con la beatificación
reconoce su eminente y ejemplar vida cristiana.
Con tal motivo los Servicios
centrales informativos de nuestra emisora han entrevistado al cardenal Angelo Amato,
Prefecto de la Congregación para las causas de los Santos, que nos habla de la publicación
de decretos aprobada hoy por el Papa, concernientes a tres milagros, un martirio y
la heroicidad de las virtudes de cinco Siervos de Dios, entre los que destaca entre
todos, precisamente el decreto sobre el milagro atribuido a la intercesión del Venerable
Juan Pablo II.
”Ciertamente, el
decreto sobre el milagro de la curación de la hermana Marie Simon Pierre Normand atribuido
a la intercesión del gran Pontífice se produjo unos meses después de su muerte, es
el que más resonancia tendrá en la Iglesia y en el mundo, por la gran fama de santidad
y de signos de los que goza el Papa Wojtyla. Este decreto abre el camino para su beatificación,
que tendrá lugar en Roma el próximo primero de mayo, primer domingo después de Pascua,
Domingo de la Misericordia.
¿Nos puede decir alguna cosa más sobre
la causa de canonización de este gran Papa?
”Debo decir que
este caso ha tenido dos facilitaciones. La primera se refiere a la dispensa pontificia
por la cual no se deben esperar los cinco años de rigor para dar inicio a la causa;
y el segundo paso es que dicha causa tiene una vía preferencial y rápida y no se
pone en lista de espera. Sin embargo, en relación al rigor y la exactitud del procedimiento
no se ha hecho ningún descuento. La causa ha sido tratada como cualquier otra, siguiendo
todos los pasos previstos por la legislación de la Congregación para las Causas de
los Santos. Es más, puedo decir y constatar, en honor a la verdad y a la dignidad
y la memoria de este gran Papa, que la causa fue sometida a una votación particularmente
escrupulosa, para evitar cualquier duda y superar las dificultades. ¿Nos
puede decir algo más del milagro?
”Se trata de la
curación del morbo de Parkinson de la religiosa francesa Marie Simon Pierre. La enfermedad
fue diagnosticada en 2001 por el médico de cabecera y por otros especialistas. La
hermana recibió las curas relativas, que obviamente más que curarla, atenuaban sólo
el dolor. Al conocer la noticia de la muerte del Papa Wojtyla, que sufría la misma
enfermedad, la hermana Marie y sus hermanas comenzaron a rezar e invocar al difunto
pontífice para la curación. El 2 de junio de 2005, cansada y abrumada por el dolor,
la religiosa manifestó a la Superiora su intención para ser exonerada del trabajo
profesional. Sin embargo, la superiora la invitó a confiar en la intercesión de Juan
Pablo II. La monja se retiró a su habitación y pasó una noche tranquila. Al despertar
se sintió curada. Los dolores habían desaparecido y no sentía ninguna rigidez en las
articulaciones. Era el 3 de junio de 2005, Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Interrumpió
de inmediato las curas y fue a ver al médico, que constató la curación.
¿Cuáles
son las otras figuras en la lista?
Además de Papa
Wojtyla, hay una figura de gran importancia cultural, Giuseppe Toniolo, padre de familia,
profesor de Economía en la Universidad de Pisa y un gran exponente del catolicismo
social italiano. Es conmovedora también la historia del martirio brutal de cinco monjas
católicas en Bosnia, del Instituto de las Hijas de la Divina Caridad, asesinadas por
odio a la fe religiosa simplemente porque estaban comprometidos en su labor de auxilio
a los niños y a los pobres. De estos siervos de Dios, y también de la venerable Madre
María Antonia Verna, fundadora del Instituto de la Caridad de la Inmaculada Concepción
de Ivrea, es inminente la beatificación.
¿Nos puede hablar también de los
otros decretos de la Congregación, publicados hoy?
Los otros decretos
se refieren a las virtudes heroicas del siciliano Antonio Franco, Prelado de Santa
Lucia del Mela; del alemán Francisco María de la Cruz Jordan, fundador de los
Salvatorianos; del sacerdote estadounidense Nelson Baker; del adolescente español
Faustino Pérez-Manglano, postulador de la Compañía de María y, por último, de la brasileña
Francisca di Paola de Jesús, conocida como "Nha Chica, que pasó su vida en
oración y ejerciendo la caridad hacia los pobres. Todos ellos son figuras fascinantes
cuya fama de santidad se ha difundido en los países de origen y que constituyen siempre
ejemplos de gran actualidad en el testimonio evangélico.