Vietnam: enviado del Papa preside la clausura del Año jubilar en el santuario de La
Vang
Martes, 04 ene (RV).- Las celebraciones de clausura del Año Jubilar de la Iglesia
en Vietnam iniciaron hoy en el Santuario Mariano de La Vang, con la presencia del
Enviado Especial del Santo Padre, cardenal Ivan Dias, Prefecto de la Congregación
para la Evangelización de los Pueblos. Con este año jubilar se ha querido conmemorar
los 350 años de la creación de los primeros dos vicariatos apostólicos y el cincuentenario
de la institución de la jerarquía católica en esa nación asiática.
Las tres
jornadas de celebraciones que concluirán el próximo 6 de enero, Solemnidad de la Epifanía,
comprenden liturgias eucarísticas y penitenciales, la adoración eucarística y el rezo
del Rosario. En ellas participan, además de los obispos, fieles y peregrinos de todo
el país, una delegación del gobierno guiada por el presidente de la república, Nguyen
Minh Triet, que será acogida mañana 5 de enero por el enviado del Papa Benedicto XIV.
En el acto tomarán la palabra monseñor Nguyen Van Nhon, Arzobispo de Hanoi, el cardenal
Ivan Dias, y el mismo jefe de Estado. Al concluir la ceremonia el purpurado vaticano
bendecirá la nueva estatua de la Virgen de La Vang, que será colocada sobre un pedestal
con forma de nube.
El Año jubilar se concluirá con una multitudinaria celebración
eucarística, presidida por el cardenal Dias y concelebrada por los obispos vietnamitas.
Durante la misa, el presidente del episcopado, monseñor Cosma Hoang Van Dat, leerá
el mensaje del Santo Padre a la Iglesia en Vietnam y al concluir el prefecto de la
Congregación para la Evangelización de los Pueblos bendecirá la primera piedra para
la construcción de la Basílica de Nuestra Señora de La Vang.
El Santuario de
La Vang, en la arquidiócesis de Huê, está ligado a las apariciones de la Virgen María,
a finales del siglo XVIII, a un grupo de católicos obligados a abandonar la ciudad
a causa de la recrudecida persecución contra ellos. Acusados por los colaboradores
del rey Canh Thinh de ser responsables de la presencia francesa sobre el suelo vietnamita,
los cristianos se refugiaron en la selva de La Vang, sin contar con los peligros que
los amenazaban, tales como animales feroces, hambre o enfermedades. Por ello, rezaban
cada día el Rosario en honor a María Santísima.
Durante uno de esos encuentros
de oración, la virgen se les apareció por primera vez rodeada por dos ángeles y con
el Niño en brazos. Además de asegurarles su protección y la escucha de sus peticiones
y oraciones, la Virgen les dio un signo: podían comer con toda tranquilidad los helechos
y las plantas selváticas presentes en la jungla. En las siguientes apariciones, María
enseñó a los fieles a reconocer y a utilizar algunas plantas con propiedades medicinales
y prometió que todo aquel que llegara a ese lugar para rezar habría recibido gracias
abundantes.
El 22 de agosto de 1961, el Papa Juan XXIII elevó la iglesia de
La Vang, al rango de Basílica Menor. Con la llegada del régimen comunista en el Sur
de Vietnam, el territorio del santuario fue confiscado por el gobierno. La devoción
popular volvió a manifestarse con fuerza en 1998, en ocasión del bicentenario de la
primera Aparición, cuando unos doscientos mil fieles llegaron al santuario para venerar
a su protectora, desafiando la prohibición de las autoridades estatales. Recientemente,
por decisión del gobierno, casi la totalidad del territorio confiscado ha sido restituido
a la Arquidiócesis de Huê, que ha presentado el proyecto para la construcción de una
nueva y más amplia basílica, gracias al patrocinio de los católicos del país y de
la diáspora.