En el Ángelus el Papa convoca a un encuentro ecuménico e interreligioso en Asís para
invocar la paz y la libertad religiosa amenazadas por el laicismo hipócrita y el fundamentalismo
violento
Sábado, 01 ene (RV).- Benedicto XVI durante este primer Ángelus del año reiteró la
necesidad de paz y de libertad religiosa en el mundo, amenazadas por los extremismos
laicistas y fundamentalistas e invocando la bendición de la Virgen María, Madre del
Príncipe de la Paz anunció el encuentro que en octubre reunirá en Asís, a los líderes
de las diversas confesiones cristianas y de todas las tradiciones religiosas del mundo,
en memoria del gesto histórico que cumplió su predecesor Juan Pablo II, hace 25 años,
por la causa de la paz.
El Papa confió sus deseos de paz y de bien para todos
en este 2011 a la intercesión de María Santísima, que hoy celebramos cual Madre de
Dios, que mostrándonos a su Hijo en el pesebre nos bendice, porque Él es la Bendición.
“Donándonos a Jesús Dios nos ha donado todo: su amor, su vida, la luz de la verdad,
el perdón de los pecados; nos ha donado la paz”.
“Jesús es nuestra paz” -afirmó
el Papa- y por ello, ante la imagen de la Virgen Madre, la iglesia invoca de Dios,
por medio de Jesucristo, el don de la paz que en esta época presenta grandes desafíos
a la humanidad. Uno de estos, dramáticamente urgente en nuestros días, es el de la
libertad religiosa, al que el Pontífice ha dedicado el mensaje para la Jornada Mundial
de la Paz: “Libertad religiosa, camino para la paz”.
Hoy presenciamos dos
tendencias opuestas, dos extremos negativos: por una parte, el laicismo que con frecuencia
de manera encubierta, margina la religión para limitarla a la esfera privada; por
la otra, el fundamentalismo, que en cambio quisiera imponerla a todos por la fuerza
El
Papa recordó que en realidad, Dios llama hacia sí a la humanidad con un designio de
amor que mientras involucra a toda la persona en su dimensión natural y espiritual,
requiere ser correspondida en términos de libertad y de responsabilidad individual
y comunitaria. “Allí donde se reconoce efectivamente la libertad religiosa- subrayó
el Santo Padre- la dignidad de la persona humana es respetada en su raíz y, a través
de una sincera búsqueda de lo verdadero y del bien, se consolida la conciencia moral
y se refuerzan las mismas instituciones y la convivencia civil. Por ello, la libertad
religiosa es la vía privilegiada para construir la paz”.
Queridos amigos,
dirijamos de nuevo la mirada a Jesús entre los brazos de María, su Madre. Mirándolo
a Él, que es el Príncipe de la paz, nosotros comprendemos que la paz no se alcanza
con las armas, ni con el poder económico, político, cultural y mediático. La paz es
obra de conciencias que se abren a la verdad y al amor
Luego
de la oración mariana, Benedicto XVI anunció que para subrayar cómo las grandes religiones
pueden constituir un importante factor de unidad y de paz para la familia humana,
ha querido convocar, en este año 2011, cuando se cumplen 25 años, a una nueva Jornada
Mundial de Oración por la Paz como la que celebró en 1986 el venerable Juan Pablo
II.
En el próximo mes de octubre, iré como peregrino a la ciudad de san
Francisco, invitando a unirse en este camino a los hermanos cristianos de las diversas
confesiones, a los exponentes de las tradiciones religiosas del mundo e, idealmente,
a todos los hombres de buena voluntad, con el fin de hacer memoria de aquel gesto
histórico querido por mi predecesor y renovar solemnemente el compromiso de los creyentes
de cada religión de vivir la propia fe religiosa como servicio por la causa de la
paz. Quien está en camino hacia Dios no puede sino transmitir paz, quien construye
paz no puede sino acercarse a Dios
Antes
de dirigir sus acostumbrados saludos en distintos idiomas, el Santo Padre animó a
quantos desde ayer y durante toda esta jornada han organizado encuentros de oración
por la paz y por la libertad religiosa, mencionado en particular, las iniciativas
de la Conferencia Episcopal Italiana, Pax Christi y Caritas, en Ancona, ciudad que
hospedará, en septiembre, el Congreso Eucarístico Nacional. Pero también el Papa alabó
las iniciativas propuestas en todo el mundo por la Comunidad de San Egidio.
Ahora,
sí escuchemos el saludo que el Papa dirigió a los peregrinos provenientes de España
y América Latina.
Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española
que participan en esta oración mariana en este primer día del año, octava de la Navidad.
La Iglesia celebra hoy la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, y también la Jornada
Mundial de la Paz. Os invito a entrar en la escuela de la Virgen Santísima, fiel discípula
del Señor, para aprender de Ella a acoger en la fe y en la oración la salvación que
Dios quiere derramar sobre los que confían en su paz y amor misericordioso. Feliz
Año Nuevo