2010-12-11 19:53:47

Actualidad religiosa en Latinoamérica


Sábado, 11 dic (RV).- En Argentina este sábado, se llevará a cabo la trigésima séptima edición de la Marcha de la Esperanza, expresión de fe de la que participan miles de fieles de la comunidad diocesana de Mar del Plata, y que este año llevará por lema "El amor es capaz de lo imposible". Los peregrinos saldrán a las 16 de la Gruta de Lourdes, en la zona portuaria y desde allí marcharán hacia la catedral de los Santos Pedro y Cecilia, pasando por varias parroquias.

Esta marcha, que cada año congrega a numerosos fieles de la arquidiócesis, tiene la doble finalidad de cerrar el trabajo pastoral y agradecer a la Virgen por los dones recibidos. El administrador apostólico de Mar del Plata, monseñor Juan Alberto Puiggari explicó que la marcha de la esperanza se suele hacer el sábado antes del 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada, pero que este año, con motivo de la XX Cumbre Iberoamericana tuvo que ser retrasada. Monseñor Puggairi también anunció que ésta será la última marcha de la esperanza que organiza en Mar del Plata pues dentro de unos meses como arzobispo de Paraná.


Concluye, hoy, en Nicaragua, el Encuentro de Expertos sobre problemática de la Infancia, Niñez y Adolescentes en Riesgo, promovido por el Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano conjuntamente con los Departamentos de Familia y Vida y Cultura y Educación. El objetivo de la reunión ha sido analizar y sensibilizar acerca de la situación de vulnerabilidad a la que se encuentran los menores obligados a vivir en situaciones de graves riesgos morales y humanos. Participan en el encuentro 16 personas venidas de diversas regiones de América Latina y del Caribe quienes han abordado la realidad social, política, económica y cultural en que se da la vulneración de niños y adolescentes, desde distintas perspectivas.

Mons. Luis Artemio Flores Calzada, responsable de la sección de Pastoral Social del Departamento de Justicia y Solidaridad explicó que las reflexiones se han hecho a la luz del Documento de Aparecida,  que insta a promover  “procesos de reconocimiento de la niñez como un sector decisivo de especial cuidado por parte de la Iglesia, la Sociedad y el Estado”, ante la dolorosa situación de pobreza, de violencia intrafamiliar, de abuso sexual, los sectores de niñez trabajadora, niños de la calle, niños portadores de HIV, huérfanos, niños soldados, y menores expuestos a la pornografía y prostitución forzada, tanto virtual como real.


En Colombia, tres obispos fueron galardonados con el Premio Nacional de Paz, otorgado por Fescol, una organización que trabaja hace 30 años por el fortalecimiento de la democracia, la consolidación del Estado de Derecho, y el pleno respeto a los derechos humanos en el país. Los obispos, Luis Augusto Castro, Leonardo Gómez Serna y Nel Beltrán, han unido a sus labores pastorales una lucha por la paz en el país sirviendo de instrumento para liberar a secuestrados, liderar negociaciones entre el Gobierno y la guerrilla -algunas exitosas y otras no-, desmovilizar a guerrilleros y paramilitares y, también, para darles techo y comida a las víctimas del conflicto armado colombiano.

En el acta de entrega del premio, se lee que la mención honorífica por su labor en defensa de la vida y la reconciliación, fue otorgada porque “se han distinguido por su gran sensibilidad social, por el compromiso con el progreso y desarrollo de los más pobres y necesitados, y por la búsqueda permanente de la paz en condiciones muchas veces desafiantes y difíciles".







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