2010-12-10 17:28:03

La respuesta cristiana, segunda predicación de Adviento


Viernes, 10 dic (RV).- La respuesta cristiana al secularismo ha sido el tema de la segunda predicación de Adviento, que ha pronunciado esta mañana el padre Raniero Cantalamessa en la capilla «Redemptoris Mater» del Vaticano en presencia del Papa. El predicador de la Casa Pontificia ha subrayado que para el creyente, la eternidad no es sólo una esperanza, es también una presencia. Por ello, ha observado, la respuesta cristiana al secularismo no se basa en una idea filosófica, sino en un acontecimiento: el encuentro con Jesucristo.

“La revelación completa de la vida eterna la tenemos, en el mundo bíblico, con la venida de Cristo”, ha dicho el padre predicador. Jesús no funda la certeza de la vida eterna sobre la naturaleza del hombre (la inmortalidad del alma), sino en "el poder de Dios", que es un "Dios de los vivos y no de los muertos". Se entiende en este contexto el impacto que tuvo que tener el mensaje cristiano de una vida después de la muerte infinitamente más llena y más feliz que la de la tierra; se entiende también por qué la idea y los símbolos de la vida eterna son tan comunes en las sepulturas cristianas y en las catacumbas.

“Pero poco a poco, con la sospecha, ha caído sobre la palabra eternidad, el olvido y el silencio” ha afirmado el padre Cantalamessa. “El materialismo y el consumismo han hecho el resto en las sociedades ricas, por lo que incluso parece impropio que todavía se hable de eternidad entre personas cultas". Todo esto ha tenido un claro contragolpe sobre la fe de los creyentes que se manifiesta tímida y reticente.

Sin embargo, respecto a la laicidad, como el cientificismo, la respuesta más eficaz no es luchar contra el error opuesto, “sino en hacer brillar de nuevo ante los hombres la certeza de la vida eterna, confiando en la fuerza intrínseca que posee la verdad cuando viene acompañada por el testimonio de vida” ha explicado el predicador de la Casa Pontificia. “Entre la vida de la fe y la vida eterna existe una relación similar a la que existe entre la vida del embrión en el seno materno y la del niño una vez ha venido al mundo”.

El padre Cantalamessa a continuación ha puesto énfasis en las consecuencias negativas para los seres humanos como resultado del eclipse de la idea de eternidad. Tomando a continuación, algunas meditaciones de San Agustín y del beato Newman sobre la muerte y la vida eterna, el padre capuchino ha indicado que la fe en la eternidad nos ayuda en la evangelización de los demás y sobre todo nos da un nuevo impulso en nuestro camino hacia la santidad.

RealAudioMP3 San Pablo se atreve a escribir: "El momentáneo y leve peso de la aflicción nos da un peso enorme y eterno de gloria, porque nosotros no fijamos la mirada en las cosas visibles, sino en lo invisible. Las cosas visibles son para un momento, las invisibles son eternas. Por esta razón, el apóstol puede decir: "Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son comparables a la gloria que será revelada en nosotros". 







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