Organización ‘Human Life International’: orar y trabajar por la vida
Sábado, 27 nov (RV).- La costumbre que inició Benedicto XVI en celebrar las primeras
vísperas en el primer domingo de Adviento en la basílica vaticana de San Pedro quiere
subrayar el inicio de un nuevo Año litúrgico para la vida de la Iglesia. En efecto
con el tiempo del adviento inicia un nuevo ciclo anual en el cual la Iglesia celebra
todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación al Pentecostés y la espera del regreso
del Señor.
Este año a la celebración de las Primeras Vísperas se acompaña
'la vigilia de oración por la vida naciente', promovida por el Pontificio Consejo
para la Familia y celebrada en toda la Iglesia católica. En este contexto, quisimos
conocer la Organización de defensa de la vida: ‘Vida Humana Internacional’ , fundada
en 1981, en los Estados Unidos.
Human Life International está localizada en
Front Royal, Virginia, y cuenta con afiliados y asociados en decenas de países de
los seis continentes, convirtiéndose así en la más grande organización pro- vida,
pro-familia y pro-mujer del mundo, que colabora también con numerosos organismos seculares,
así como diversas denominaciones religiosas.
El director de Vida Humana
Internacional, Joseph Meaney, nos habla en primer lugar de esta Organización, de los
objetivos que la animan y los lugares en dónde está presente
“Defender
los valores de la vida y de la familia, sobre todo en el campo de la educación”, es
parte de la labor fundamental de esta Organización. Sr. Meaney nos explica cómo Human
Life International desarrolla su actividad sobre todo en América Latina
Existen
organismos que “disfrazan” sus actividades y se presentan, por ejemplo, como defensores
de los derechos humanos, que abogan por el “derecho al aborto”. Al respecto, la opinión
del director de Vida Humana Internacional
Durante
el Ángelus del 14 de noviembre anunciando la Vigilia por la Vida Naciente, el Papa
dijo que “el tiempo de preparación a la Navidad es un momento propicio para invocar
la protección divina sobre todo ser humano llamado a la existencia, también como agradecimiento
a Dios por el don de la vida recibido de nuestros padres”. Sr. Meaney hace una reflexión
al respecto