Víctimas de abusos sexuales se manifiestan en Roma: declaración del padre Lombardi
Lunes, 1 nov (RV).- Un grupo de víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes
celebraron ayer una concentración en Roma organizada por la asociación estadounidense
"Survivor's Voice", a la que se sumaron otros grupos internacionales e italianos como
"La Culpa" o la asociación del Instituto para sordos Antonio Provolo de Verona. Los
fundadores de esta asociación estadounidense, Bernie McDaid, de 54 años, y Gary Bergeron,
de 47, ambos víctimas de abusos sexuales, explicaron que el objetivo de esta concentración
es que se siga hablando de este problema. Durante la protesta, pidieron a la Iglesia
que "realice más esfuerzos para proteger a los niños de los abusos y para castigar
a los culpables".
Al final de la manifestación - en la que habían participado
entre sesenta y cien personas – cerca de Castel Sant’ Ángelo y que luego realizaron
una marcha con antorchas hacia la Plaza de San Pedro, el director de Radio Vaticano,
padre Federico Lombardi, se reunió con una delegación de 8 personas, entre ellos dos
de los principales organizadores de esta manifestación. «Alentado por la actitud manifestada
tantas veces por Benedicto XVI de escucha de las víctimas y por las indicaciones
del Papa en el compromiso de hacer todo lo necesario para que los horribles crímenes
de los abusos sexuales no vuelvan a ser perpetrados nunca más», el padre Lombardi,
que aclaró que la suya no era “una participación oficial”, quiso subrayar que como
persona profundamente insertada e identificada con la Iglesia católica y con la Santa
Sede – piensa que puede expresar sentimientos compartidos por muchas personas en relación
con esta manifestación».
El P Lombardi añadió que si bien «no comparta todas
sus declaraciones y posiciones», encuentra que «algunas tienen elementos sobre los
cuales se puede desarrollar un compromiso que nos encuentra solidarios y concordes».
«Es verdad que la Iglesia debe estar muy atenta, para que los niños y los jóvenes
que le son encomendados a sus actividades educativas crezcan en un ambiente totalmente
seguro», añadió el P. Lombardi recordando luego que el sábado pasado fueron cien mil
los que acudieron a la Plaza de San Pedro para un encuentro con el Papa, que fue «una
gran fiesta de fe y juventud».
Eran sólo una pequeña parte de los jóvenes
que participan con entusiasmo en la vida de las comunidades de la Iglesia, destacó
el P. Lombardi, reiterando asimismo que «debemos absolutamente hacer que su crecimiento
sea sano y sereno y que encuentren toda la protección que les corresponde como derecho.
Tenemos todos una gran responsabilidad para el futuro de la juventud en el mundo».
Señalando
que «es verdad que los procedimientos de investigación y de intervención deben ser
cada vez más rápidos y eficaces, tanto de parte de la Iglesia como de las autoridades
civiles y que entre ellas debe haber una correcta colaboración, que tenga en cuenta
las leyes y las situaciones de los diversos países», el P. Lombardi explicó que conoce
el anhelo de que la Iglesia debe hacer más y que, desde su punto de vista, está convencido
de que la misma Iglesia ha hecho y está haciendo mucho.
«No sólo el Papa con
sus palabras y su ejemplo, sino también muchas comunidades de la Iglesia en diversas
partes del mundo han hecho y están haciendo mucho, tanto en lo que concierne a la
escucha de las víctimas, como en la prevención y en la formación», volvió a señalar
el P. Lombardi y afirmó que, personalmente, mantiene contactos con muchas personas
que trabajan en este ámbito en diversos países, que está convencido de que están haciendo
mucho y que «se debe seguir haciendo cada vez más».
«Vuestro clamor es un aliento
para hacer más», afirmó también el P. Lombardi y añadió que «gran parte de la Iglesia
está ya por buen camino. La mayor parte de los crímenes pertenece a situaciones pasadas,
que han cambiado mucho. La realidad de hoy y el mañana son muy alentadores. Ayudémonos
para avanzar rápidamente hacia la dirección correcta».
En especial, el P Lombardi
quiso destacar algo muy importante, sabiendo que se tiene conciencia de ello. Y es
que «la plaga de los abusos sexuales, ante todo contra los menores, pero también de
forma general, es una de las mayores plagas del mundo de hoy. Ha implicado y afecta
a la Iglesia católica, pero sabemos muy bien que lo que ha sucedido en la Iglesia
es una pequeña parte de lo que ha sucedido y sucede en el mundo. La Iglesia debe ser
la primera en liberarse del mal y en dar el buen ejemplo de la lucha contra los abusos,
pero también todos debemos luchar contra esta plaga, sabiendo que es inmensa en el
mundo de hoy, que se desarrolla con mayor facilidad y mejor cuanto más queda escondida
y que, también hoy, muchos se alegran de que la atención se concentre sobre la Iglesia
y no sobre ellos, porque así pueden seguir perpetrando esos abusos sin estorbos».
Invitando
a «aunar nuestros esfuerzos contra la difusión de esta plaga, que hoy usa medios y
caminos nuevos para difundirse, favorecida por Internet y por las nuevas formas de
comunicación, por la crisis de la familia, por el turismo y por el tráfico sexual
que explota la pobreza de la gente en los diversos continentes», el P Lombardi concluyó
afirmando que «lo que la Iglesia aprende en estos años – también gracias al impulso
de vosotros y de otros grupos – y las iniciativas que puede tomar par purificarse
y ser un lugar que sea modelo de seguridad para los jóvenes, debe ser de utilidad
para todos. Por ello – añadió – os invito a ver cada vez más a la Iglesia como una
aliada posible o, según mi parecer, una aliada activa ya hoy para alcanzar los objetivos
más nobles de vuestras batallas»