Presentación del Motu Proprio de Benedicto XVI “Ubicumque et semper” con el que se
instituye el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización
Martes, 12 oct (RV).- Se ha presentado esta mañana en la Oficina de prensa de la Santa
Sede el Motu Proprio de Benedicto XVI “Ubicumque et semper” con el que se instituye
el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. El documento ha
sido presentado por el propio presidente del nuevo dicasterio, Mons. Rino Fisichela,
nombrado recientemente para este cargo por el Santo Padre.
“La Iglesia tiene
el deber de anunciar siempre y en cualquier parte el Evangelio de Jesucristo, primer
y supremo evangelizador, que en el día de su ascensión al Padre dijo a los apóstoles:
Id y haced discípulos de todas las naciones, bautizadlos en nombre del Padre, del
Hijo y Espíritu Santo y enseñadles a guardar todo lo que os he mandado”, escribe el
Papa. Fiel a este mandato, la Iglesia no se ha cansado nunca de hacer conocer al mundo
la belleza del Evangelio. Por tanto la misión evangelizadora continua la obra querida
por el Señor.
A lo largo de la historia esta misión, señala el Pontífice, ha
asumido distintas modalidades según el lugar, las situaciones y el contexto histórico.
Y en nuestra época “uno de los rasgos singulares es el fenómeno del distanciamiento
de la fe” y “la preocupante pérdida del sentido sagrado de la dimensión religiosa”,
“llegando a poner incluso en entredicho fundamentos que parecían indiscutibles como
la fe en un Dios creador, la revelación de Jesucristo único salvador y la común comprensión
de las experiencias fundamentales del hombre en referencia a la ley moral natural”.
Ante
la descristianización y “el desierto interior” del hombre contemporáneo y siguiendo
las reflexiones e intervenciones de sus predecesores que observaron ya “la necesidad
de encontrar adecuadas formas para hacer oír la Palabra viva y eterna del Señor”,
Benedicto XVI considera oportuno ofrecer respuestas adecuadas para que la Iglesia
entera, dejándose regenerar por la fuerza del Espíritu Santo, se presente al mundo
contemporáneo con un impulso misionero capaz de promover una nueva evangelización.
“Una nueva evangelización -explica el Papa- que haga referencia sobre todo
a las iglesias de antigua fundación, que aún viviendo realidades diferentes a las
que corresponden también medidas distintas, tienen necesidad de nuevos impulsos para
hacer frente al fenómeno de la secularización”, que va de la indiferencia religiosa
al ateísmo o a “vivir como si Dios no existiera”.
La diversidad de situaciones
exige por tanto, afirma el Santo Padre, un atento discernimiento. Pero en cualquier
caso “en la raíz de la nueva evangelización no existe un proyecto humano de expansión,
sino el deseo de compartir el inestimable don que Dios ha querido hacernos, participándonos
su propia vida”.
Entre las tareas específicas del Nuevo Pontificio Consejo
el Santo Padre señala las siguientes: profundizar sobre el significado teológico y
pastoral de la nueva evangelización; promover y favorecer, en estrecha colaboración
con las Conferencias Episcopales interesadas, el estudio, la difusión y la actuación
del Magisterio pontificio relativo a las temáticas relacionadas con la nueva evangelización;
difundir y sostener las iniciativas en este campo; estudiar y favorecer la utilización
de modernas formas de comunicación, como instrumentos para la nueva evangelización
y promover el uso del Catecismo de la Iglesia Católica.
Mons. Fisichela, presidente
del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización en su intervención
ha subrayado que el objetivo del nuevo dicasterio y el desafío para la Iglesia será
ahora “encontrar formas adecuadas para renovar el propio anuncio a tantos bautizados
que han perdido el sentido de pertenencia a la comunidad cristiana y son víctimas
del subjetivismo y el relativismo de nuestro tiempo”.
«La Iglesia,
pues, está llamada a encontrar nuevo vigor para sí misma en lo más esencial que tiene,
como es el anuncio misionero. Lo podrá hacer de forma eficaz en la medida en que se
fundará sobre la Palabra de Dios, que debe transmitir de manera viva de generación
en generación, permitiendo a todos poder cumplir una verdadera experiencia de vida
eclesial, fundamento para una respuesta de fe». El arzobispo Rino Fisichela
ha terminado señalando que el Santo Padre anunció querer instituir el nuevo dicasterio
en las Vísperas solemnes de los Santos Pedro y Pablo, columnas de la Iglesia, y que
firmó la carta Apostólica con la que venía instituido, el día de san Mateo, apóstol
y evangelista. Solemnidades que nos llevan a considerar la fidelidad al sucesor de
Pedro y el compromiso que debemos tener haciendo del Evangelio una palabra de salvación
para nuestros contemporáneos”.
«El Evangelio
no es un mito, sino el testimonio vivo de un evento histórico que ha cambiado el rostro
de la historia. La nueva evangelización debe hacer conocer, ante todo, a la persona
histórica de Jesús y sus enseñanzas tal como ha sido transmitido por la comunidad
de los orígenes y que encuentra en los evangelios y en los escritos del Nuevo Testamento
su codificación normativa».