Audiencia general: el Papa dedica la catequesis a la figura de santa Gertrudis de
Helfta, la gran mística alemana medieval
Miércoles, 6 oct (RV).- Al celebrar la audiencia general –a las diez y media de la
mañana en la plaza de San Pedro- Benedicto XVI presentó la figura de santa Gertrudis
y pidió que su ejemplo nos impulse a conocer profundamente la Sagrada Escritura, a
amar con humildad a Cristo y a su Iglesia, a cultivar la oración personal y a participar
con fidelidad en la Santa Misa.
Queridos hermanos
y hermanas:
Hoy quisiera hablar de santa Gertrudis, única mujer en
Alemania que ha recibido por su talla cultural y evangélica el apelativo de “Magna
o Grande”. De sus orígenes tenemos pocas noticias. Nació en el año mil doscientos
cincuenta y seis. En el monasterio de Helfta, bajo la guía de grandes místicas, como
Maltilde de Hackeborn o Matilde de Magdeburgo, adquirió una esmerada educación filosófica,
literaria y musical, destacando entre sus hermanas de comunidad por su inteligencia
y sabiduría. A los veinticinco años de edad tuvo una visión de Cristo adolescente,
que la tomaba de su mano. A partir de ese momento, su vida de intimidad con el Señor
se acentúa. Abandona los estudios profanos para consagrarse totalmente a los teológicos
y, en la observancia monástica, pasa de una vida que ella define como negligente a
una de plegaria intensa, mística y de excepcional ardor misionero. Comienza entonces
a escribir y a divulgar las verdades de la fe con claridad y sencillez. De este período
se han conservado obras como el Heraldo del amor divino o las Revelaciones y los Ejercicios
espirituales, auténtica joya de la literatura mística. Murió en torno al año mil trescientos
uno.
Al saludar cordialmente en su idioma a los peregrinos polacos el Papa
les recordó que mañana se celebra la memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen
María del Rosario y definió esta oración particular “un arma espiritual para cada
uno de nosotros”, a la vez que deseo que la meditación de la vida de Jesús y María
sea para todos “una luz en el camino evangélico de la renovación espiritual y de la
conversión del corazón”.
Hablando en croata el Santo Padre se dirigió a estos
“queridos amigos”, que han viajado ante las tumbas de los Apóstoles para manifestar
su fidelidad y gratitud a la Sede Apostólica por la erección de la nueva diócesis
de Sisak, guiados por su pastor, Mons. Vlado Kosic; así como a los fieles de la Misión
Croata de St. Gallen. A todos ellos les dijo que en el mes dedicado a Nuestra Madre
Celestial pidan su intercesión y protección, a la vez que exhortó a rezar por las
vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, “tan necesarias especialmente en
su diócesis”.
Al dar su cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana,
el Obispo de Roma saludó de modo particular a los Misioneros Oblatos de María Inmaculada,
que están celebrando su Capítulo General, a quienes les deseó que se empeñen con renovado
impulso apostólico para hacer cada vez más actual el carisma del Instituto, a fin
de cooperar generosamente en la obra de la nueva evangelización.
El Papa también
manifestó su satisfacción al acoger a los sacerdotes procedentes de diversas naciones,
inscriptos en el Pontificio Colegio de San Pablo Apóstol para completar sus estudios,
así como a los seminaristas de los Siervos de la Caridad de la Obra Don Guanella,
a quienes deseó un proficuo año académico.
Por último, al dirigir un pensamiento
afectuoso a los jóvenes, enfermos y recién casados que participaron en esta audiencia
general Benedicto XVI les recordó que mañana la Iglesia celebrará la fiesta de la
Virgen del Rosario. Y tras agregar que octubre es el mes del Santo Rosario, que nos
invita a valorar esta oración tan querida a la tradición del pueblo cristiano, invitó
a los jóvenes a hacer del Rosario su oración de cada día; a la vez que animó a los
enfermos a crecer, gracias al rezo del Rosario, en el abandono confiado en las manos
de Dios, mientras exhortó a los recién casados a hacer del Rosario una contemplación
constante de los misterios de Cristo.
El Santo Padre dirigió el habitual saludo
en nuestro idioma a los numerosos peregrinos procedentes de España y América Latina:
Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española, en particular, a las Hermanas Terciarias Capuchinas
de la Sagrada Familia, así como a los fieles procedentes de España, Argentina, Chile,
Colombia, Guatemala, México, Nicaragua y otros países latinoamericanos. Que el ejemplo
de Santa Gertrudis os impulse a conocer profundamente la Sagrada Escritura, a amar
con humildad a Cristo y a su Iglesia, a cultivar la oración personal y a participar
con fidelidad en la Santa Misa. Muchas gracias y que Dios os bendiga.