Benedicto XVI se despide con profunda gratitud de Castelgandolfo, donde cada año transcurre
“una estancia serena y provechosa”
Lunes, 27 sep (RV).- Benedicto XVI - que volverá a Roma el próximo jueves, como anunció
ayer él mismo - se ha despedido esta mañana de Castelgandolfo, saludando y agradeciendo
a los representantes de las comunidades eclesial y civil de este amena localidad,
tan entrañable para él, donde la Providencia le concede transcurrir cada año una estancia
serena y provechosa.
Reiterando, una vez más, su sincera gratitud a las autoridades
por su esmero en acoger a los numerosos peregrinos, que llegan de todo el mundo, y
a los habitantes de Castelgandolfo por la amabilidad y atención llena de afecto que
dedican al Santo Padre, siguiendo el desarrollo de la actividad pontificia al servicio
de la Iglesia universal, Benedicto XVI ha abarcado en su agradecimiento a todas las
personas que trabajan en distintos ámbitos, colaborando así en el buen logro de la
estancia del Papa y de sus colaboradores.
Benedicto XVI se ha despedido de
esta localidad volviendo a recordar el luminoso testimonio de caridad cristiana de
san Vicente de Paúl:
«Al despedirme
de vosotros, me complace presentar a vuestra consideración la figura de san Vicente
de Paúl, cuya memoria celebramos hoy. Este apóstol de la caridad, tan querido al pueblo
cristiano y conocido especialmente a través de las Hermanas que él fundó, fue proclamado
por el Papa León XIII ‘patrono universal de todas las obras de caridad difundas por
el mundo’. Con su incesante acción apostólica, hizo que el Evangelio se volviera,
cada vez más, faro luminoso de esperanza y de amor al hombre de su tiempo y, en particular,
a los más pobres en el cuerpo y en el alma. Que su ejemplo de virtud y su intercesión
susciten en vuestras comunidades y en cada uno de vosotros un renovado compromiso
de solidaridad, para que los esfuerzos de cada uno cooperen en la edificación del
bien común».