Ángelus: “la parábola del rico y del pobre Lázaro, nos dice que Dios ama a los pobres
y los levanta de su humillación y que nuestro destino eterno está condicionado por
nuestra conducta”
Domingo, 26 sep (RV).- Introduciendo el rezo a la Madre de Dios, Benedicto XVI hizo
hincapié en el Evangelio de este domingo, en que Jesús narra la parábola del hombre
rico y del pobre Lázaro. «El primero vive en el lujo y en el egoísmo y, cuando muere,
acaba en el infierno. Mientras que el pobre, que se alimentaba con lo que caía de
la mesa del rico, cuando muere es llevado por los ángeles a la morada eterna de Dios
y de los santos».
«Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino
de Dios» (Lc 6, 20), había proclamado el Señor a sus discípulos, pero el mensaje de
la parábola va más allá, enfatizó el Papa, señalando que «nos recuerda que, mientras
estamos en este mundo, debemos escuchar al Señor, que nos habla mediante las Sagradas
Escrituras, y debemos vivir según su voluntad. Pues, si no lo hacemos, después de
la muerte será ya demasiado tarde para arrepentirse»:
«Esta parábola
nos dice dos cosas: la primera es que Dios ama a los pobres y los levanta de su humillación.
La segunda es que nuestro destino eterno está condicionado por nuestra conducta. Nos
corresponde a nosotros seguir el camino que Dios nos ha mostrado para alcanzar la
vida y esta senda es el amor, no entendido como sentimiento, sino como servicio a
los demás, en la caridad de Cristo»
Destacando
que por «una feliz coincidencia, mañana celebraremos la memoria litúrgica de san Vicente
de Paúl – patrono de las organizaciones caritativas católicas y de cuya muerte se
cumplen 350 años», el Papa evocó a este sacerdote que impulsado por el amor a Cristo
dio vida a grupos de mujeres que entregaban sus propias vidas y sus bienes al servicio
de los más marginados.
En particular, Benedicto XVI recordó a santa Luisa
de Marillac, que junto con san Vicente fundó las Hijas de la Caridad, primera congregación
femenina que vivió su consagración ‘en el mundo’, en medio de la gente, con los enfermos
y necesitados:
«¡Queridos amigos, sólo el Amor con A mayúscula dona la
verdadera felicidad! Lo demuestra también otro testimonio, una joven que ayer fue
proclamada beata, aquí en Roma. Hablo de Chiara Badano, una chica italiana nacida
en 1971, que una enfermedad llevó a la muerte poco antes de que cumpliera 19 años.
Pero que ha sido para todos un rayo de luz, como dice su apodo: Chiara Luce»
Refiriéndose
a la alegría por esta beatificación - celebrada en el Santuario romano del Amor Divino,
en la que participaron también el papá y la mamá de la nueva beata – Benedicto XVI
ha saludado al Movimiento de los Focolares, cuya fundadora Chiara Lubich era la que
llamaba Chiara Luce – Clara Luz – a esta joven. Con motivo de su beatificación han
llegado a Roma unos diez mil miembros de este Movimiento, entre ellos numerosísimos
jóvenes, provenientes de todo el mundo.
Reiterando que ésta es una fiesta para
los jóvenes, que pueden encontrar en la beata Clara un ejemplo de coherencia cristiana
y evocando sus últimas palabras de adhesión plena a la voluntad de Dios, cuando le
dijo a su mamá que fuera feliz, porque ella lo era, el Papa ha invitado a alabar a
Dios, «porque su amor es más fuerte que el mal y que la muerte». Y a «agradecer a
la Virgen María que conduce a los jóvenes, aún a través de las dificultades y los
sufrimientos, a enamorarse de Jesús y a descubrir la belleza de la vida».
Y
después del rezo a María y del responso por los difuntos, el Santo Padre ha saludado,
como es tradicional, en varias lenguas a los numerosos peregrinos que habían acudido
a Castelgandolfo para rezar con Él. Éstas eran sus palabras para los peregrinos de
habla hispana:
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española,
en particular al grupo de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, de Vitacura, Chile,
y al de los jóvenes de la Obra de la Iglesia. Invito a todos a que, guiados por la
Palabra de Dios, llevéis adelante vuestro compromiso cristiano sin desfallecer, fortaleciendo
en vuestros corazones los sentimientos de confianza y misericordia, a ejemplo de Jesús.
Que la Santísima Virgen María os acompañe en vuestro camino. Feliz domingo
En francés,
el Papa agradeció las oraciones que lo acompañaron en su reciente viaje Apostólico
al Reino Unido, deseando que la Virgen María y los santos arcángeles Miguel, Gabriel
y Rafael, que celebraremos el próximo día 29, «nos ayuden a todos a vivir en la fe
y el amor, la perseverancia y la dulzura» y concluyó deseando una buena preparación
al mes del Rosario, que se acerca.
Con un cordial saludo a los queridos polacos,
Benedicto XVI volvió a recordar que este domingo reflexionamos sobre la parábola del
rico y del pobre Lázaro, que nos recuerda «que el día del Juicio, Dios allanará toda
injusticia en el mundo. Juzgará a los ricos y a los pobres según el criterio del amor.
Reparará las injusticias y las desdichas». Con su bendición, el Santo Padre invitó
a vivir de forma que nuestros corazones estén embargados por el espíritu de solidaridad
hacia los necesitados y a ser colaboradores de Dios en la multiplicación del amor
en la tierra. Finalmente, el Papa se despidió de todos anunciando que el próximo jueves
volverá a Roma.