El Papa subraya la necesidad de reflexionar y alcanzar compromisos para conciliar
las exigencias y los tiempos del trabajo con los de la familia
Viernes, 24 sep (RV).- Esta mañana antes de mediodía, en la Sala de Prensa de la Santa
Sede, ha tenido lugar la conferencia de presentación de la carta del Papa con motivo
del VII Encuentro Mundial de las familias que se celebrará en la ciudad italiana de
Milán del 30 de mayo al 3 de junio de 2012, con la presencia de Benedicto XVI y bajo
el tema: “La familia: el trabajo y la fiesta”.
Intervinieron en la presentación
el cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo pontificio para la Familia y sus
colaboradores del dicasterio, junto a Mons. Erminio De Scalzi, obispo auxiliar de
la archidiócesis de Milán y delegado de su arzobispo, el cardenal Dionigi Tettamanzi
para la organización de este evento.
En la carta dirigida al cardenal Ennio
Antonelli, Benedicto XVI escribe que “el trabajo y la fiesta están íntimamente relacionados
con la vida de las familias, porque condicionan sus elecciones, influyen las relaciones
entre los cónyuges y entre los padres y los hijos, a la vez que inciden sobre la relación
de la familia con la sociedad y con la Iglesia. “La Sagrada Escritura –recuerda el
Papa- nos dice que familia, trabajo y día festivo son dones y bendiciones de Dios
para ayudarnos vivir una existencia plenamente humana”.
El Papa señala asimismo
que en nuestros días, lamentablemente, la organización del trabajo, pensada y actuada
en función de la competencia del mercado y del máximo beneficio, y la concepción de
la fiesta como ocasión de evasión y de consumo, contribuyen a disgregar a la familia
y a la comunidad y a difundir un estilo de vida individualista.
Por esta razón
afirma el Pontífice: es necesario “promover una reflexión y un empeño tendentes a
conciliar las exigencias y los tiempos del trabajo con los de la familia y recuperar
el sentido verdadero de la fiesta, especialmente del domingo, pascua semanal, día
del Señor y día del hombre, día de la familia, de la comunidad y de la solidaridad”.
Del próximo Encuentro Mundial de las Familias, Benedicto XVI subraya que constituye
una “ocasión privilegiada para reflexionar sobre el trabajo y la fiesta en la perspectiva
de una familia unida y abierta a la vida, bien insertada en la sociedad y en la Iglesia;
atenta a la calidad de las relaciones, además de la economía del mismo núcleo familiar”.
Y añade que este evento, para que sea verdaderamente fructuoso, no debería permanecer
aislado, sino colocarse en un adecuado recorrido de preparación eclesial y cultural.
Por esta razón, el Papa desea que ya en el curso del año 2011, 30° aniversario
de la Exhortación apostólica Familiaris consortio, “carta magna” de la pastoral familiar,
se pueda emprender un válido itinerario con iniciativas a nivel parroquial, diocesano
y nacional, a fin de destacar las experiencias de trabajo y de fiesta en sus aspectos
más verdaderos y positivos, con particular atención a la experiencia concreta de las
familias. El Santo Padre desea que las Familias cristianas y las comunidades eclesiales
de todo el mundo se sientan interpeladas e implicadas y se pongan en camino hacia
“Milán 2012”.
Por último, el Papa explica que este Encuentro Mundial de la
Familia en Milán tendrá, como en los precedentes, una duración de cinco días y culminará
el sábado por la tarde con la “Fiesta de los testimonios”, mientras el domingo se
celebrará la misa solemne conclusiva. Celebraciones, ambas que presidirá Benedicto
XVI.