El padre Lombardi resalta que la visita al Reino Unido ha eliminado los prejuicios
en contra del Papa
Lunes, 20 sep (RV).- ‘Anunciar como amigo el mensaje positivo de Jesucristo a los
católicos y a toda la sociedad – de corazón a corazón – era el anhelo de Benedicto
XVI en su viaje al Reino Unido, cuyo balance es totalmente positivo’. El director
general de nuestra emisora y de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, sintetiza
así los densos días de este XVII Viaje Apostólico, en una entrevista concedida a Sergio
Centofanti:
«Diría que sí. Y que
es positivo en la perspectiva que interesa al Papa, es decir el poder pronunciar un
mensaje positivo en nombre de Cristo, en nombre de la fe cristiana y saber que este
mensaje llega a oídos dispuestos a escucharlo. Al Papa no le interesan tanto los grandes
números, aunque sí los ha habido. Lo importante es lo que los números pueden expresar.
Es decir la audiencia, la escucha del mensaje. Podemos estar muy tranquilos, pues
ha sido escuchado lo que el Papa quería decir en este viaje a la sociedad, a la comunidad
católica y a los responsables políticos.
En particular, se ha evidenciado
un cambio radical en el tono de los medios de comunicación. Alguien habla de ‘éxito
personal del Papa’:
«Sí. El Papa no
quiere ser una estrella - y eso lo sabemos muy bien - porque ello no corresponde a
su personalidad, a su ministerio y a su deseo. Lo que sí le pone contento es ser conocido
y visto como lo que realmente es, como un siervo del Señor y también como persona,
con su verdadera actitud. El Papa no es sólo un gran maestro, un hombre de cultura
como todo el mundo sabe, sino que es también un hombre humilde, amable, sensible,
que desea acercarse a los demás con una profunda humanidad. Y han sido muchísimos
los que lo han percibido durante el viaje. Superando los que podían ser prejuicios
en su contra o una falta de conocimiento. Ahora podemos decir que los católicos ingleses,
pero también la sociedad británica conoce mejor al Papa, por lo que realmente es.
Y por lo tanto lo conoce también como amigo, como una persona que ha llegado a traer
un mensaje positivo».
El padre Federico Lombardi subraya el gran servicio
que la televisión puede brindar cuando se utiliza de forma positiva, como ha sido
durante este viaje, por lo que han sido muchas las personas que han podido ver y escuchar
a Benedicto XVI. Además viendo la cara, del Papa, su mirada y su sonrisa, de cerca.
Y no sólo la gran cantidad de personas que acudieron para estar y rezar con él:
«Creo que éste es uno
de los grandes servicios que la televisión puede y debe ofrecer para hacer conocer
mejor la persona del Papa. En el pasado también, recuerdo el viaje a Turquía, en relación
con el mundo musulmán – precisamente las imágenes televisivas del Papa - en particular
en la Mezquita Azul - fueron decisivas para comprender su actitud amistosa y su respeto
hacia el mundo musulmán. En los EE.UU., las imágenes de televisión del Papa en la
Quinta Avenida, su sonrisa, su afecto hacia la gente, su amabilidad, despertaron el
entusiasmo, la amistad y la cordialidad del pueblo estadounidense. Así fue también
en el Reino Unido: las imágenes de la BBC y el equipo televisiones que cubrían este
viaje han ayudado a la gente a comprender mejor y, en muchos casos, a cambiar la opinión
que tenían antes sobre el Papa. Y, podemos decir, a amarlo y a estar más dispuestos
a escuchar su mensaje correctamente».
Al padre Lombardi se le ha pedido
que destaque, en particular, una imagen que le queda de este viaje:
«La sociedad del Reino
Unido, en su conjunto que se pone a la escucha ante la propuesta discreta, pero muy
profunda y clara que el Papa presenta: es la imagen del discurso en el Westminster
Hall, donde tuvimos la atención y el silencio impresionante de todos los representantes
de esta sociedad, de este país. Incluso al más alto nivel, que oyó lo que el Papa
tenía que ofrecer, como una reflexión sobre la relación entre fe y razón, el papel
y la contribución que la fe puede brindar en la sociedad actual, debido a la responsabilidad
que todos tenemos para el futuro de nuestra sociedad. La imagen de esta gran audiencia
en la escucha atenta de las palabras del Papa en el Palacio de Westminster, lugar
histórico y en el que ningún Papa había hablado antes, creo que expresa muy bien uno
de los puntos clave de este viaje».