2010-09-13 14:52:38

La concepción de Dios, matrimonio y familia, y biotecnología y medicina han sido los temas centrales del discurso del Papa al nuevo embajador de Alemania ante la Santa Sede


Lunes, 13 sep (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana al embajador de la República Federal de Alemania, pocos días antes de las inminentes celebraciones de beatificación de distintos sacerdotes mártires de la época del régimen nazi. Partiendo de lo que ha denominado “oscuro periodo del terror nazi”, el Papa ha contrastado aquellos comprometidos testimonios luminosos de fe de aquella época con muchos cristianos de hoy que “en el lugar del Dios personal del cristianismo han situado un ser supremo, misterioso e indeterminado, que sólo tiene una vaga relación con la vida personal del ser humano”.



Una nueva concepción – como ha precisado el Papa- que domina cada vez más la discusión al interno de la sociedad, y sobre todo en el ámbito de la justicia y de la legislación. Un nuevo contexto en el que el bien y el mal no se distinguen ni están en contradicción, sino que se complementan. “De esta forma la actuación social viene dominada cada vez más por el interés privado o del cálculo del poder, en perjuicio de la sociedad”.



Otra de las preocupaciones que el Santo Padre ha manifestado al nuevo embajador ha sido el creciente intento de eliminar el concepto cristiano de matrimonio y familia de la conciencia de la sociedad. En este sentido, el Pontífice ha mostrado la desaprobación de la Iglesia hacia las iniciativas legislativas que implican una revaloración de modelos alternativos de la vida de la pareja y de la familia. “Estas –ha subrayado Benedicto XVI- contribuyen al debilitamiento de los principios del Derecho Natural y consiguientemente de la relativización de toda la legislación y la confusión de los valores de la sociedad”.



El último de los temas abordados por el Santo Padre ha sido el de las nuevas posibilidades de la biotecnología y de la medicina. Y en este sentido el Pontífice ha resaltado el deber de la Iglesia de estudiar diligentemente hasta donde estos métodos pueden servir de ayuda para el hombre y donde, por el contrario, se trata de manipulación del hombre, de violación de su integridad y dignidad. “Una vez que se comienza a distinguir entre vida digna e indigna –ha advertido por último el Papa- no se respetará ninguna otra fase de la vida, y mucho menos la vejez y la enfermedad”.








All the contents on this site are copyrighted ©.